Columna


El dinero y la vida

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

31 de diciembre de 2010 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

31 de diciembre de 2010 12:00 AM

Por mucho que sea el dinero que hayas ganado o acumulado, es sólo dinero: papel, metal, créditos electrónicos en tu cuenta mental.
El dinero carece de valor hasta que se emplea.
Hay personas entre nosotros que viven para el dinero y no dejan que el dinero viva para ellos.
Por ello y para cambiar esta cultura absurda de atesorar dinero y no disfrutarlo les traigo una historia que nos puede pellizcar a ti y a mí que muchas veces nos privamos de disfrutar una deliciosa carne en un restaurante con nuestra familia o un rico fin de semana en Coveñas y por qué no un interesante viaje a Bogotá o a otro país del mundo, sólo por no querer gastar el dinero al que le levantamos altar como si fuera un dios.
Un avaro escondió su oro al pie de un árbol de su jardín y cada semana lo desenterraba y lo contemplaba durante horas enteras.
Un día, un ladrón le robó todo el oro. Cuando el infortunado acudió a solazarse con su tesoro, sólo halló un hoyo vacío.
El hombre comenzó a llorar desconsolado, hasta que sus vecinos acudieron para ver qué pasaba, tras conocer lo sucedido, uno de ellos le preguntó: ¿empleaste alguna vez parte del oro? No, respondió el avaro, me limitaba a mirarlo una vez a la semana. Pues, como tú sabias cuanto era lo que tenías y no lo disfrutabas, ahora puedes venir cada semana a contemplar el hoyo, añadió el vecino.
El dinero, te da seguridad, pero no felicidad si no lo sabes usar, por eso, parte del mismo se debe gastar en necesidades y comodidades de la existencia, e incluso todavía más en disfrutar de algunos lujos de la vida moderna.
Ahora bien, por extraño que te parezca, algo de tu dinero no te pertenece.
Parte de tus riquezas, de tu abundancia, te ha sido conferida para que la entregues a quienes se hayan necesitados.
Algunos postulan que el adquirir dinero proporciona un alivio inmediato y más cuando sale de ti para ayudar a los demás.
A mí me produce hilaridad algunos que se llaman CRISTIANOS y sólo viven para el dinero y se olvidan que para ser verdadero converso hay que cumplir con lo que dijo Jesús: “Si quieres seguirme, ve, vende lo que tienes y repártelo entre los pobres”, pero, a Ti y a Mí y estoy seguro que a Ellos cuando les tocan el bolsillo dudamos de la fe que muchas veces farisaicamente profesamos.
Si mañana fuera posible disponer de cien millones de pesos para alimentar a los que tienen hambre en Colombia, no alcanzaría para alimentarlos por una semana, pero, estoy seguro que inmediatamente salen los que repiten el axioma de en vez de dar a un individuo un pez enséñale a pescar para que pueda comer siempre.
Ambos argumentos tienen peso a favor y en contra, pero, la mejor respuesta se halla en un término medio.
Pero, una cosa es clara, se necesita mucho dinero para enfrentarse y acabar con los males que nos acosan, especialmente en este año que el invierno ha hecho estrago en todos los segmentos sociales, porque el dinero nos ayuda a vivir, pero, no hay que vivir para el dinero.

*Dermatólogo

a_gomezagamez@hotmail.com
www.clinicadelapieladolfogomez.com
 

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