Desde cuando las Naciones Unidas aceptaron la división del territorio de Palestina – que era un protectorado Inglés después de la segunda Guerra Mundial – en dos estados uno Judío y otro Árabe en 1947, con Jerusalén como capital bajo mandato internacional, no han cesado los conflictos entre árabes y judíos.
La ONU con base en ese acuerdo dictó la Resolución 181 de 1947 por la cual la Asamblea General acepta – pese a la oposición de la Liga Árabe – la nueva realidad política de la división del territorio palestino tal como señalamos anteriormente.
Desde ese entonces, comenzó el conflicto y el problema de los refugiados, explotados y perseguidos árabes en pleno territorio judío y en 1949 la ONU reconoce el estado de Israel como miembro de esa comunidad internacional, reafirmando que Jerusalén debe ser administrada por las Naciones Unidas y no por el nuevo estado de Israel.
La realidad política es que Jerusalén es administrada por el gobierno israelí y no por la comunidad internacional. Desde ese entonces se les da la calidad de refugiados a los palestinos y se inicia un movimiento de desplazamiento y opresión contra los árabes de ese territorio, hasta cuando se da en 1967 la guerra de los seis días, en la cual los judíos armados hasta los dientes por Estados Unidos y apoyados plenamente por ese país, se apropian los territorios árabes de los Altos del Golán, la franja de Gaza y de Cisjordania, ocasionando miles de muertos entre la oprimida población de palestinos.
Después de esa guerra la ONU por Resoluciones No. 242 y 243 de 1967 y 1968 exige el retiro de Israel de los territorios árabes ocupados y el reconocimiento de todos los estados de la región, exige a Israel que cese la destrucción de viviendas y la violación de los derechos humanos contra el pueblo de Palestina.
El sionismo va proliferando y la ONU hace una declaración de que el sionismo es una forma de racismo y de discriminación racial, la cual es anulada por presión de USA en 1991 y de nuevo en 1979 emite otra Resolución del Consejo de Seguridad en la cual dice: “La política israelí de promover asentamientos en los territorios palestinos y árabes ocupados, constituye un serio obstáculo para la paz del Oriente Medio.”
Y así ha habido 24 resoluciones en las cuales se condena a Israel para que cesen las violaciones a los derechos humanos de los palestinos y para que se reconozca el derecho que le asiste al pueblo palestino de ser libre e independiente.
Todavía es la hora en que la ONU a pesar de todas esas resoluciones a favor de la causa árabe no ha reconocido a Palestina como estado independiente con asiento y autonomía dentro del concierto de las naciones del mundo.
Las declaraciones que vi. y oí del Presidente Obama hace algunos días de que la clave para solucionar el conflicto del Oriente Medio es que Israel devuelva a Palestina los territorios ocupados después de la guerra de los 6 días de 1967.
Ese sería un buen paso, así como el reconocimiento de Palestina como estado independiente con voz y voto en la ONU. El mundo está a la expectativa de lo que suceda en los próximos días en ese organismo y falta ver si USA apoya esa realidad geopolítica o lo veta como siempre.
*Abogado y escritor
rivelpa@yahoo.com
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