Columna


El fin del mundo

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

04 de diciembre de 2011 12:00 AM

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

04 de diciembre de 2011 12:00 AM

El 1 de diciembre, El Universal publicó la noticia de que un análisis hecho por un experto de una universidad australiana, indica que la profecía maya anunciando el fin del mundo el 21 de diciembre de 2012, fue un error de quienes leyeron los glifos mayas. Ellos se confundieron porque allí decía que un dios -Bolon Yokte- llegaría en esa fecha, que según los expertos es el final de un ciclo, pero lo interpretaron como el fin del mundo.
De otra parte, especialistas en asuntos  mayas del Instituto Nacional de Antropología de Méjico, dicen que un fin de ciclo del calendario maya fue confundido con el fin del mundo por la “contaminación” del pensamiento mesiánico occidental, que convierte cualquier hecho en la llegada del apocalipsis. La prueba es que este año un pastor de una secta cristiana de California dijo que el mundo se acabaría el 21 de octubre de 2011.
En mi concepto, ha contribuido mucho a que el boom catastrofista se expanda, el que este año el clima se alborotó, con las resultas de que los miembros de la franja lunática (astrólogos, ocultistas y predicadores, entre otros), quienes son expertos en presagiar catástrofes, estén excitados y diciendo disparates. Hace 1012 años, el 31 de diciembre del año 999, sucedió algo parecido y la humanidad entró en pánico porque creía que con el cambio de milenio se acabaría el mundo.
Según relatos de la época, en Roma la gente lloraba en las calles y miraba hacia las habitaciones del Papa, esperando un milagro que evitara el “mapolazo” que los iba a sacar de este mundo historial, como decía Juancho Polo en el vallenato “Lucero Espiritual”, en razón de que estaban sugestionados por un versículo del Apocalipsis que dice "Mas al cabo de los mil años será suelto  Satanás de su prisión; y saldrá y engañará a las naciones que hay sobre los cuatro ángulos del mundo, á Gog y á Magog, y los juntará para dar batalla, cuyo número es como la arena del mar". No obstante, llegaron las doce de la noche, se inició el año 1000, no pasó nada y  la gente salió a celebrar el “milagro”. 
Este año, los industriales del catastrofismo aprovecharon la supuesta profecía maya para editar libros que inducen a algunos tontos a pensar que en el 2012 se acabará el mundo. En clave científica hay documentadas cinco extinciones masivas de la vida en el planeta Tierra (una especie de fin del mundo), la más conocida de las cuales ocurrió hace 65 millones de años, debida quizá a un asteroide que chocó con nuestro planeta, acabando los dinosaurios y muchísimas otras especies; y que en el periodo entre 440 millones de años y 199 millones años atrás, hubo cuatro extinciones más, debidas a cambios climáticos y vulcanismo. En este momento no hay la tecnología para predecir cuándo habrá otra extinción, salvo que se trate de un asteroide.
En fin, a pesar de que la ciencia desmintió los ribetes catastrofistas del calendario maya, con seguridad en 2012 las editoriales inundarán el mercado con libros y revistas sobre el fin del mundo y muchos avivatos se llenarán los bolsillos de billete.

*Directivo universitario. Miembro de la Academia de la Historia de Cartagena.

menrodster@gmail.com

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