A Vivianne Morales se le abre un horizonte político claro, después de haber ejercido la Fiscalía General de la Nación con competencia y valor incuestionables.
El Partido Liberal Colombiano, en la peor crisis de su historia, bien haría en pensar en tenerla en cuenta para liderar su futuro. En verdad, Vivianne ha venido acumulando méritos para encargarle la misión de contribuir al rescate de su Partido. Tiene el talante para ello, pues, lejos de parecer obsecuente con los poderosos, ha asumido actitudes propias de una personalidad cautivante: en el sentido de poder ejercer una interlocución transparente de cara al pueblo, y no como vocera o intermediaria de las élites.
Algunos dirigentes políticos, con el ex presidente Samper a la cabeza, han llamado la atención sobre el papel que puede desempeñar dentro del liberalismo la “fiscal de hierro”, como la llamó El Tiempo en primera página de su edición del domingo 4 de marzo.
Porque, para ejercer el liderazgo político, se requiere probidad, carácter e independencia, atributos que sobresalieron en ella durante su desempeño como Fiscal General de la Nación. Y, además, su trayectoria como profesional del Derecho y como congresista, justificaría que el Partido Liberal la exaltara a grandes dignidades.
El senador Luis Fernando Velasco piensa, por ejemplo, que puede ser candidata para encabezar “una lista para Senado e incluso para integrar una fórmula para una campaña nacional” (El Tiempo, 4/03 /2012, pág. 4).
Comencemos, entonces, por despejar el futuro del Partido. Porque no es cierto que exista satisfacción popular, como lo trata de hacer creer la Dirección Nacional Liberal. Lejos de ello, el descontento es creciente y podrían abrirse paso disidencias de envergadura como la que anunció la ex senadora Piedad Córdoba, o la que otros liberales indignados podríamos organizar.
Encauzar las energías del Partido Liberal solamente sobre la base del apoyo de los parlamentarios, como lo impuso el ex presidente Cesar Gaviria en su malhadada jefatura, lo cohonestó el ex candidato y ex Director del Partido, Rafael Pardo, y lo viene practicando su director (cuestionado por su elección), Simón Gaviria, es error mayúsculo; error que, de persistir, solo conducirá a la disolución de un Partido que se nutrió de la fuerza popular y de su doctrina de izquierda democrática para orientar y regir los destinos de nuestro país.
En efecto, si no hay voluntad para revisar la situación interna liberal, apaga y vámonos. Para ello, precisamente, se requiere que personas con suficiente prestigio -que no sean recién aparecidas dentro del Partido y que no hayan practicado el transfuguismo-, asuman esa responsabilidad. Entre esas personas, veo a la doctora Vivianne Morales. Tiene el perfil, y ojalá tenga las ganas, como es de esperar.
No es hora de guardar silencio. Hay que hablar con franqueza. No tratar de acomodarse para sobrevivir: nos referimos a quienes solamente ven en la adicción al presupuesto o en el disfrute de las regalías burocráticas que otorga el Gobierno, la salvación del Liberalismo, como lo piensa la rosca parlamentaria que se apoderó del Partido. ¡Por ahí no es la cosa!
Doctora Vivianne Morales: usted tiene la palabra.
*Ex congresista, ex ministro, ex embajador.
edmundolopezg@hotmail.com
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