Columna


El Mono Franco

REDACCIÓN COLOMBIA

08 de diciembre de 2011 12:00 AM

LUIS TARRÁ GALLEGO

08 de diciembre de 2011 12:00 AM

Hablar de Joaquín Franco Burgos es traspasar el umbral de una historia de servicios y deber cumplido, un hito personal y político imposible de igualar.
Fue conservador, por la convicción de la Doctrina Social Cristiana y adoptó el mandato bíblico de amar al prójimo como a sí mismo.
Aún sin doctorarse en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Cartagena, manejó los recursos de la recién departamentalizada Lotería de Bolívar, en dónde su filantropía y tino administrativo le permitieron organizar y humanizar el funcionamiento del Hospital Santa Clara, con la construcción de su tercera planta y la modernización de servicios como los de medicina interna, radiología, tumores y urología, a más de la construcción y dotación de hospitales y centros de salud regionales y locales en el entonces Bolívar Grande que comprendía a Córdoba y Sucre.
Destacable la creación y dotación del Hospital San Pablo, para paliar sanitaria y humanamente el martirio de ser tuberculoso, mal que después de la lepra y ahora el sida, han sido las enfermedades más estigmatizadas de la historia de la humanidad, con lo que se extirpó el ingratamente recordado getto de 'turbaquico', como llamaban al pabellón en dónde se confinaba a los afectados por esta enfermedad, socialmente despreciados por su mal.
Fue demócrata integral. Si algo hay que facilite al hombre oportunidades en igualdad de condiciones, es la Educación.
En éste aspecto, hizo la tarea completa con la creación y construcción de centros de estudios a lo largo y ancho del Bolívar Grande.
Se destacan el Colegio Diocesano de Magangué; el arbitramiento de recursos para la sede del Colegio Mayor de Bolívar, que a su vez permitió la construcción del Colegio de La Salle de Cartagena en el Paseo de Bolívar.
Imparable la profusión de obras producto de su inclusiva política de Hechos y no Palabras, que desarrolló por éstos lares el viejo enunciado latino de Res nom verba. Sin embargo, fue el otorgamiento sin condiciones, de becas a través de auxilios educativos, lo que dio a muchos la oportunidad de estudiar; lo de mayor calado en este aspecto.
Muchísimas otras realizaciones ornan su ejercicio político, entre otras, la Plaza de Toros Cartagena de Indias, la adquisición para el Círculo de Obreros de los Portales de San Francisco o Porto; el antiguo Balneario de Bocachica, el Cuartel del Fijo para sede de los despachos judiciales; la creación de la Zona Franca Comercial e Industrial de Cartagena a través de memorable y luchada Ley; las piscinas olímpicas de la Base y Escuela Naval, lo mismo que recursos para el moderno hospital de ésta institución castrense y el colegio La Consolata, de Blas de Lezo.
Promovió la radiodifusión bolivarense con la creación de La Voz de la Victoria, Victoria F.M. Estéreo y Radio Magangué; e institucionalizó el Concurso Nacional de Belleza.
Convencido de la promoción de los Derechos Humanos y como justiciero homenaje a la altruista y filantrópica labor de los jesuitas Pedro Claver y Corberó, Alonso Sandoval y Nicolás González, es autor de la Ley que fija a Cartagena de Indias como sede nacional de ellos y consagra la fecha de su celebración nacional.
¡Gracias, Mono!

*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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