Parte del agua consumida por los chipriotas debe ser traída desde Grecia. Para su transporte, la empresa de servicios públicos de Limassol, segunda ciudad de Chipre, contrató a un armador de buques cisterna; y este subcontrató el descargue en el puerto con otra firma local. La ejecución del trabajo fue interrumpida unilateralmente y sin avisar, por el subcontratista, para presionar un pago. ¡La región se quedó varios días sin agua!
“Se evitó un desastre”, tituló la prensa local (Cyprus Mail, 24 oct/08) cuando el “Acuacar” de dicha municipalidad y el subcontratista remiso llegaron a un arreglo. Esperemos que otro desastre parecido pueda evitarse en Cartagena luego del caótico traslado de la tubería del Emisario Submarino a Punta Canoas, cuyo protagonista es precisamente la misma firma chipriota: EDT Marine Construction.
Estamos ante un rompecabezas con demasiadas piezas que no encajan; armarlo tomará mucho tiempo y dinero. Un tubo roto en varios pedazos dispersos (¿cuántos?); unos remolcadores sin la potencia exigida, reemplazados demasiado tarde por los que sí cumplían; una maniobra de alto riesgo sin “Plan B”; una póliza sin 100% de cobertura; una Capitanía de Puerto poco proactiva; comunicados contradictorios de Acuacar que en vez de tranquilizar, desorientan; una Interventoría (Halcrow Group Ltd.) que guarda silencio…; y para complicar, un clima apocalíptico que no dio tregua.
La contratación de Acuacar cumplió los ingenuos reglamentos del Banco Mundial, proclives a premiar la oferta más “barata” sin reparar en los antecedentes del proponente, y laxos en las pólizas. EDT fue el único de los 4 participantes en la licitación internacional “ajustado al presupuesto” y según el comunicado oficial de Acuacar (15 jun/07), se le exigiría: “plena garantía y evidencia de…; una estructura financiera global sólida, una capacidad de flujo de caja adecuada y otros recursos necesarios como el equipo humano de ingeniería, los equipos y maquinarias, así como las calificaciones y experiencia para ejecutar el trabajo, de forma que toda la documentación se ajuste a los requerimientos del pliego de la licitación.” ¡Que lo demuestren!
Supongamos que ya estamos “acostumbrados” a la contaminación fecal de nuestros cuerpos de agua con graves consecuencias en la salud pública; y esperar un año mas “no importa”. ¿Tendrá EDT el mismo estoicismo, con el “taxímetro” de costos disparado? El extracosto que rebosó la paciencia de EDT hace 2 años en Limassol (2 millones de Euros) ya debió ser superado en el serio “incidente” de Cartagena.
El problema es tan grave que el alto gobierno colombiano debería intervenir, como hizo el Ministro de Agricultura de Chipre (negociador del caso Limassol), quien dio el siguiente parte de victoria a los medios: “EDT ha recapacitado y piensa que lo ocurrido no fue justo; espero que después de la discusión de hoy esto no volverá a ocurrir; el suministro de agua nunca más debe ser interrumpido”.
No quisiera estar en los zapatos de los Directivos de Acuacar para hacerle cumplir a un contratista con antecedentes tan preocupantes y menos con la disculpa de los “desacuerdos” que aparecerán en la medida en que se arme el rompecabezas del Emisario Submarino.
No podemos permitir que la firma chipriota de marras se levante de la mesa hasta que encaje la última pieza.
*Ing. Civil y MBA, Directivo Empresarial
restrepojaimea@gmail.com
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