El silencio hace cómplices

"Llega la hora en que el silencio es traición. Ha llegado la hora en que incluso cuando presionados por las demandas de verdad interior, los hombres no asumen la tarea de oponerse a la política de su gobierno, sobre todo en tiempos de guerra".
La anterior fue una frase del recordado por muchos Martin Luther King, y la traigo a colación toda vez que considero debe ser la premisa de los que no apoyaron los proyectos que hoy abanderan la gobernación y la alcaldía.
Si tenemos en cuenta la abstención, los votos en blanco (más de 22 mil en alcaldía y más de 52 mil en gobernación), los votos nulos y los tarjetones no marcados, la victoria que hoy pregonan los ganadores en el pasado debate electoral, es una victoria que tiene sus “bemoles”.
La alegría se percibe en muchos sectores por estos triunfos, pero el inconformismo no se ha hecho esperar en otros, en este orden de ideas,  la oposición se hace necesaria en el período que se avecina, pero ésta debe ser una oposición constructiva, que no busque desacreditar a los gobernantes, sino por el contrario, le muestre  a ellos y a la opinión pública las situaciones irregulares que se presenten durante sus administraciones para que sean corregidas.
Independientemente del lado de la orilla en que estemos sentados, todos debemos tener la firme convicción de que Cartagena y Bolívar tienen que superar innumerables problemas, hay que hacer énfasis en las políticas sociales, procurar porque el modelo establecido no se devore a los más pobres, y sacar adelante proyectos encaminados a tener una educación de calidad, una cobertura en salud digna y promover la generación  de empleos. La seguridad, el campo, el urbanismo, la movilidad, la niñez, son puntos indispensables que deberán desarrollarse en las agendas del alcalde y gobernador electo.
Mientras tanto, la ciudadanía debe ejercer control y vigilancia sobre las decisiones que se tomen desde la aduana y la proclamación, pues estas incidirán directa o indirectamente sobre todos. Así como hay que resaltar los aspectos positivos y aciertos de los gobiernos, también hay que denunciar y alzar la voz de protesta si se presentan casos de corrupción e injusticias.
La invitación es para que no callemos nuestras voces como ciudadanos, para que seamos participativos, y le exijamos a los que nos gobernarán durante el período que se  avecina,  que no hagan de sus programas de gobierno una maleta de ilusiones, y que cumplan, que en realidad se observe una mejoría en el panorama local y departamental. Dicen que en política las campañas son poesía y los gobiernos prosa, ojalá y esta no sea nuestra suerte.