Columna


El subdesarrollo es siempre igual

RAFAEL VERGARA NAVARRO

25 de septiembre de 2012 12:00 AM

RAFAEL VERGARA NAVARRO

25 de septiembre de 2012 12:00 AM

El Universal del 19 de septiembre con una foto aérea mostró el sector suroriental del Pozón y la descomunal invasión de la ciénaga de la Virgen, cerca del caño Limón por el que Aguas de Cartagena vierte las aguas residuales de gran parte de la ciudad.
Los rellenos, configuración del “barrio” sin control, sabaleras  convertidas en “lotes”, población contaminada, me confundieron. Revisé mi archivo y cual gotas de agua vi a Marlinda, su proceso invasivo. Llamé a Germán Mendoza y me dijo “las tomamos ayer en un sobrevuelo, es el Pozón”. Esta ocupación nació también de la necesidad y temeridad al asumir el riesgo de vivir dentro del agua y de violar la protección desprotegida.
El diario nos ofreció también las voces de las dos cabezas de Marlinda y Villagloria, ambas zonas declaradas en alto riesgo por el POT, CIOH, Invemar, Ideam, Cardique y zonificada por Minambiente como de protección. Vehementes expresaron el desacuerdo al ser excluidas sus comunidades en la reglamentación de la zona Norte y, como si la restricción no existiera, exigieron el reconocimiento. Pero, ¿cómo se podría si están en alto riesgo y la ley lo prohíbe?
¿Qué inversión puede canalizarse si allí año a año hay cientos de damnificados? ¿Invertir no sería legalizar la continua invasión destructora de la ciénaga? ¿Por qué se insiste en ignorar y desacatar los dictámenes oficiales, pasando por encima del Incoder que no reconoció ese territorio como espacio de comunidad negra?
Por ser un bien de la Nación, la Ley 70 de 1993 en su artículo 6 niega esa posibilidad, pero se calla igual que el admitir que en la zona, además de las de la comunidad, hay casas y presencia de vivos que usurpan y no son boquilleros, ni negros y menos desvalidos.  Tapan que construyen sin licencia ni orden porque gobierna el desgobierno y más grave, se cohonesta.
Y la pregunta del millón: ¿por qué hacen ver como justo lo que no es y por tal la ley no lo viabiliza?
¿Hasta cuándo entenderemos que la prevención es una obligación que la ley y la razón imponen? ¿Se trata acaso de solidarizarse con el “débil” y apostarle a la tragedia anunciada? ¿O con el rico por miedo e indiferencia?
El invierno y los mares de leva  castigan porque “la desembocadura de la ciénaga en Juan Polo –dice Invemar- está cerrada por una barra de arena sobre la que se asienta el caserío ilegal de Marlinda” y Villagloria, impidiendo el intercambio mareal ciénaga mar Caribe y viceversa.
No hay que ignorar que además del Pozón hay una margen derecha del anillo vial donde la desfachatez indigna, por eso es más útil que justificar lo ilegal y dañino exigirle al unísono a las Fuerzas Armadas que vigilen y protejan la zona costera; que el Estado Nacional y Distrital, por negligentes, aporten los dineros y con decisión organicen la reubicación concertada y digna de la población amenazada. Que se sancione a quienes incumplan sus obligaciones. No puede ser que más de 800 solicitudes de restitución de la Capitanía en la Alcaldía no se ejecuten. Es un clamor de nunca acabar.
La comunidad de la Boquilla sabe quiénes son los que venden la ciénaga a pedacitos. Entiendo sus miedos pero no comparto su silencio.
¡Hay que enderezar el caos!, solidarizarnos con el Patrimonio Ecológico, la seguridad alimentaria, la superación del más de lo mismo, el subdesarrollo como destino.

*Abogado ambientalista y comunicador.

rvergaran@yahoo.com

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