Alberto Araújo Merlano es un cartagenero raizal que desde muy joven recibió las bendiciones de Dios, siempre ha creído en Él y desde esa época sintió la energía cósmica divina para ser un buen padre de 8 hijos ejemplares y un ser humano extraordinario con la llama ardiente en su corazón para tener iniciativa política inicialmente y empresarial siempre. Su vocación por Dios ha sido paralela a su enjundia para la iniciativa privada, porque ya se sabe, los seres humanos se desarrollan unos más que otros por la gracia de Él.
Su última columna en este rotativo “Reflexiones sencillas para temas complejos” es muestra de su inmensa fe en que el creador existe y desde el milagro de una esperma que se une al óvulo y nacen las “criaturas del universo, desde los seres microscópicos hasta las galaxias separadas por espacios que se miden por años luz y de tamaños a veces tan grandes que en comparación con ellas el planeta tierra resulta pequeño y sin embargo, todas las cuales en sí mismas son perfectas, armónicas y ordenadas.”
Él considera que el universo es creación de una inteligencia superior, perfecta y buena por lo que nada viene del azar. Esa inteligencia no puede ser otra que Dios quien ha creado a los hombres con cuerpo y alma. El espíritu de los humanos está en el cuerpo y es el motor para sus creaciones o invenciones, así también para sus depresiones y pobreza de espíritu. El libre albedrío que Dios ha dado a los hombres es para que cada uno de ellos se desarrolle con su volcán creativo o con su pobreza de espíritu.
Unos escogen el camino de la pereza, del mal, de la pobreza y la miseria. Es evidente que todo nace y se desarrolla en cada individuo dependiendo de su fuego divino interno para el progreso material y espiritual. Otras personas siguen el camino del enriquecimiento lo hacen explotando en demasía a los otros y alejados de la fe tienden a la maldad de la explotación de los prójimos o robando dineros públicos.
Don Alberto es un ejemplo para las nuevas generaciones, porque desde joven tomó la iniciativa de construir en 1976 el Hotel Capilla del Mar en Bocagrande – hoy bien renovado. Más adelante, en el 1994, cuando nadie daba un peso por la zona de la Boquilla, inició la construcción de un nuevo hotel prácticamente casi al lado del pueblo. Muchos pensamos que eso era una locura porque la zona era una pocilga, sin embargo contra viento y marea adelantó la construcción del Hotel Las Américas y una vez inaugurado se inició el despegue de la zona norte y otros emprendedores se atrevieron a construir edificios de apartamentos. Más adelante construyó un Centro de Convenciones frente al hotel y también muchos pensamos que era otra locura y allí está ese nuevo centro en donde se efectúan con frecuencia varios eventos empresariales y culturales.
Hace poco inauguró la Torre del Mar Las Américas, otros empresarios como Rodrigo Puente, Arturo Cepeda, quien se atrevió a construir su proyecto urbanístico Barcelona de Indias que también ha sido exitoso, el nuevo hotel de la cadena Estelar en Manzanillo, Héctor García y el extraordinario de Karibana de un grupo empresarial de bogotanos liderados por Helmut Hildemberg en Punta Canoa. Son ejemplos de empresarios pioneros, ejemplos para los jóvenes de hoy.
*Abogado, escritor y docente
rivelpa@yahoo.com
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