La consigna de todos los participantes al evento “The Big Leap 2014” (“El Gran Salto”), organizado por la Sociedad Portuaria de Cartagena y el Ministerio de Transporte, entre otras entidades, para estudiar los retos del país en un mundo globalizado y altamente competitivo, coincidieron unánimemente en que deberíamos “pensar en grande en Colombia” y acometer urgentemente y de un solo totazo, todas las inversiones pendientes para ganar eficiencia en el transporte y la logística en el país. Incluyendo, obviamente, la necesidad imperiosa de construir “el Canal del Varadero” en la Bahía de Cartagena. “Pensar en grande” era lo que se escuchaba en cada rincón del foro.
Ante tantas manifestaciones grandilocuentes de los expositores, debo confesar que me emocioné mucho. Y cuando llegue a la casa, quizás contagiado por ese espíritu de grandeza, me comí una papaya enorme, grande, como del tamaño de un balón de futbol, con un desenlace digestivo que no es del caso relatar.
Producto de mi convalecencia, y obligado a guardar casa, aproveché para hacerle una “entrevista imaginaria” al Ministro de Transporte, Germán Cardona, casualmente sobre la competitividad vial del país, la que se terminó desarrollando en los siguientes términos:
Jorge Rumié: Ministro, según el informe “Doing Business 2011” del Banco Mundial, el costo de movilizar un contenedor desde el interior del país hasta los puertos colombianos, es muy superior a cualquier promedio que tiene enviarlo al resto del mundo, lo que encarece exageradamente nuestra competitividad. Tenemos los fletes terrestres más caros de Latinoamérica. ¿Qué hacemos?
Germán Cardona: Señor, por eso queremos invertir 55,9 billones en carreteras hasta el año 2021, lo que es una cifra descomunal, para completar las dobles calzadas que necesitamos para unir el interior con los puertos.
JR.: Es decir, que la idea es seguir manteniendo la tendencia irracional de perpetuar la localización de las fábricas en las montañas, para que dentro de unos pocos años se necesiten más carreteras, túneles y puentes, pero ahora ampliando a tres o cuatro calzadas. Ministro, ¿dónde están localizadas las fábricas con alta sensibilidad a los costos logísticos en los países más desarrollados del mundo? ¿Cierto que están cerca de los puertos? ¿Entonces no es más fácil promover políticas públicas para que dicho sector manufacturero se baje de la cordillera, y más bien construimos con el 5% de esa plata, la infraestructura económica para que se localicen donde son más competitivas?
GC.: Bueno, bueno, eso debemos conversarlo con Planeación Nacional.
JR.: Ministro, en ese orden de ideas, ¿será qué la inversión pública en general, y las carreteras en particular, se contratan más bien por presiones regionales y no por la racionalidad económica? ¿Será posible que Planeación Nacional haga un estudio que diagnostique abiertamente los “tiempos y movimientos” del país? ¿Sabe usted cuánto dinero pierde Colombia transportando materias primas que suben a la cordillera, se transforman, y luego bajan al litoral? ¿Cuánto dinero nos ahorraríamos construyendo y manteniendo carreteras, tratando de hacer competitiva una fábrica a 900 km. del puerto?
GC.: Bueno, no lo había pensado.
*Empresario
jorgerumie@gmail.com
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