Columna


Es con Francisco Santos y Uribe

GUSTAVO MONTES FERNÁNDEZ

15 de mayo de 2012 12:00 AM

GUSTAVO MONTES FERNÁNDEZ

15 de mayo de 2012 12:00 AM

En enero 4 de 1989 es asesinado Reyes Montes Pacheco, ex alcalde de Sincelejo, Sucre. ¿Autores?: la guerrilla de Colombia. Recuerdo perfectamente a esa fecha como la que en un municipio de los Montes de María cambió todo. La policía abandonó el pueblo correteada por los insurgentes; esta era la rutina en Colombia. El asesinado era mi padre y siendo yo adolescente, podrán suponer que en adelante mi vida jamás fue igual.
Estadísticamente solo era un caso entre miles de colombianos que nos vimos afectados por la violencia. Ese era el país que teníamos y estábamos resignados a vivir en él, porque no había Presidente con pantalones.
Entre 1996 y 2006 se reportaron 13,616 secuestros extorsivos en Colombia. Bolívar, Sucre y Córdoba eran un solo campo minado. Había secuestros por doquier y pueblos desolados, campesinos despavoridos, bañados en sangre de sus familias, amigos y desconocidos. Había carreteras cerradas a las 6 PM a lo largo del país, que era de la guerrilla, como el burro bomba y el collar bomba.
De 1998 a 2010, más de 6.140 niños murieron en combate en las filas de la guerrilla.  ¿Quién hizo algo por rescatarnos? Sólo Álvaro Uribe, presidente y Francisco Santos en la vicepresidencia. Sin ellos, esto no se sabe dónde hubiese ido a parar. Pero como el pago de la vaca atollada, hoy salen muchos más papistas que el Papa a demeritar su obra de gobierno, que tuvo fallas, pero no todas las que le quieren endilgar.
Álvaro Uribe y Francisco Santos son un dúo con buenos resultados en el restablecimiento del orden. Se recuperaron tranquilidad, optimismo y economía. Es tan cierto como que el agua moja. La seguridad democrática no podemos perderla y debemos acompañarla de un sentido social aún más fuerte.
Nos preocupa hoy el debilitamiento de la seguridad, la sensación de intranquilidad volvió. Ataques de la guerrilla, burro bomba, secuestros, policías asesinados vuelven a primeras planas de los diarios y a la vida cotidiana. En 2011 hubo 2.148 acciones armadas de la guerrilla, con una tendencia al alza. El presidente Juan Manuel Santos tiene las mejores intenciones, pero la seguridad se le está saliendo de las manos. No ha logrado encarrilarla. Hay temor a regresar al tiempo de las pescas milagrosas que hacían parte de la historia y nos negamos a revivirlas y ponerlas en el presente, con todo lo que ello conlleva. Agradecemos la labor del Presidente, pero al mando debe regresar el dueto de la seguridad democrática: Francisco Santos, presidente, y Álvaro Uribe, vicepresidente. El orden de los factores no altera el producto.
Uribe no debe dar vueltas inventando  candidatos ni encabezar lista de Senado, porque elegirá una gran cantidad de senadores que luego se le voltearán. Sí debe apoyar lista a Congreso, teniendo claro que la única forma de recuperar nuestra seguridad democrática es estando él mismo en el tarjetón como vicepresidente, por impedimentos normativos, y Francisco Santos en la presidencia. ¿Quién deja lo bueno conocido por ir a probar lo desconocido? Ser humilde, grande, y demostrar que en verdad piensa en Colombia es el camino a seguir por Uribe. De no hacerlo seguirá twitteando y los colombianos sentiremos que nos dejó solos.
¿Seguridad democrática? Esta es con Uribe y Francisco Santos.

*Médico y analista político

gusmonfe@hotmail.com

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