Columna


Es un problema estructural

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

03 de abril de 2011 12:00 AM

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

03 de abril de 2011 12:00 AM

Nuevamente el sector agropecuario fue el lunar negro en el crecimiento de la economía. Mientras el total nacional llegó a 4,3%, el sector agropecuario no registró crecimiento en 2010. En los años anteriores la situación es peor.Es evidente que tenemos un problema estructural en la dinámica de crecimiento de los subsectores productivos agropecuarios.
En el último quinquenio, mientras la economía en su conjunto muestra gran dinamismo, el sector agropecuario es muy bajo e, incluso, negativo. En 2006, por ejemplo, la economía creció 6,7% y el sector agropecuario 2,4%; en 2007, 6,9% y 3,9%; en 2008, 3,5% y -0,4%. Entre 2000 y 2010, el PIB de toda la economía aumentó, a precios constantes de 2005, 41 puntos porcentuales, mientras que el sector agropecuario sólo lo hizo en la mitad, 20 puntos.
¿Cuál es el impacto de este problema estructural cuando el 45% de los colombianos vive en la pobreza y el 16,4% en la indigencia? Estos segmentos de la población lo que requieren son bienes agroalimentarios y, por la magnitud de esa marginalidad, hay una demanda interna insatisfecha pero con baja capacidad adquisitiva. Pero vemos unos mercados internacionales ampliamente distorsionados, a los cuales Colombia quiere acceder a través de los Tratados de Libre Comercio negociados con países que protegen sus economías agropecuarias. Son acuerdos y economías que no les permiten a Colombia dinamizar su sector agropecuario y menos superar los problemas estructurales.
El sector rural además de tener los mayores indicadores de pobreza e indigencia, también registra la mayor tasa de marginalidad. El analfabetismo es mayor, así como las necesidades básicas insatisfechas, con ausencia grave de servicios de salud y protección social, y, por supuesto, de otros servicios esenciales.
Es un problema de infraestructura que el sector no cuente con vías para sacar los productos, para no hablar de la baja Formación de Capital que recibe el sector agropecuario y que en el último quinquenio no supera en promedio el 2,5% mientras que el del sector industrial es de 28%.
Los de siempre insisten en que el proteccionismo al sector agropecuario no le permite ser eficiente y competitivo. No reconocen los avances. Colombia produjo, en 2009, 24,1 millones de toneladas de alimentos en 3,28 millones de hectáreas. Eso es 2,2 millones de toneladas más que las del año 2000 en 3,13 millones de hectáreas.
Brasil es un buen ejemplo para estudiar y saber cómo logró superar las fallas estructurales y cómo piensa consolidarse en el corto plazo en una de las primeras potencias mundiales en producción agroalimentaria.
En ese país, el decidido impulso a la Formación de Capital en el campo, el abundante flujo de financiamiento, una política gubernamental de apoyo a las empresas en la apertura y conquista de mercados en el exterior (Apex-Brasil), el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural, y la investigación y aplicación de nuevas tecnologías, han sido los puntales productivos que lo han llevado al lugar en que se encuentra.
Mientras nuestras políticas públicas no estén enfocadas a superar esas fallas estructurales, es muy poco lo que podemos hacer para satisfacer esa demanda interna insatisfecha y para posicionarnos en mejor forma en los mercados internacionales.

*Presidente ejecutivo de FEDEGÁN

jflafaurie@yahoo.com

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