Estamos en el mes del padre, los veo a todos muy conmovidos dedicándoles canciones y poemas a sus progenitores, invitándolos a comer, en fin, es una celebración que hace muy feliz a los “papitos” porque es el único día en que no tienen que pagar la cuenta en el restaurante, ni comprar regalos.
Pero seríamos muy egoístas si solo felicitamos en ese día a nuestros padres biológicos o de crianza. Como colombianos, nos debemos también a nuestros ilustres gobernantes, los que están y los que se fueron pero no lo han superado. Presidentes, gobernadores, alcaldes, todos ellos son padres de esta patria boba. Prueba de ello es que nos tratan como a hijos bobos.
Por eso, a continuación, quiero hacer un reconocimiento a algunos de estos señores, todos unos verdaderos líderes y grandes cabecillas. Perdón, quise decir, cabezas pensantes en nuestro país:
Al padre de la patria Juan Manuel Santos, quien en su afán de caerle bien a todo el mundo, avaló un proyecto de Reforma a la Justicia, que si se lee con lupa, puede observarse como un favorecimiento a la impunidad, al proteger los intereses de los congresistas.
Al padre de la patria Álvaro Uribe Vélez; él piensa que sigue gobernando…; desde Twitter. A diario nos llena de su amor con mensajes, como el día en que trató de “sicarios” a un grupo de periodistas, entre esos a Daniel Coronell, por el simple hecho de ser opositores y denunciar las anomalías que lo acompañan.
Al padre de la patria Eduardo Merlano, jamás olvidaremos su frase célebre: “¿Pero cómo le van a hacer a un senador de la República una prueba de alcoholemia?”.
Al padre de la patria Javier Cáceres Leal. Su lema de campaña siempre fue “Chuzo, chuzo, pa’ los corruptos”, y hoy está pagando una condena por parapolítica.
En el plano local, quiero hacer un reconocimiento al padre de la ciudad de Cartagena, el alcalde Campo Elías Terán, por empeorar las cosas cada día más, producto de su inexperiencia. Su reciente idea fue promover de vuelta las corridas de toros en la ciudad. Aquí, donde hay cientos de familias pisando el fango y muriéndose de hambre, nuestro querido Alcalde acaba de otorgar 570 millones de pesos para la refacción de la Plaza de Toros. También dijo: “los toros después que salen de allí van para el mercado. Esa carne la consigo yo a bajos precios y la vendo en los barrios populares de Cartagena”. Qué sentimientos tan nobles los de este señor.
Al padre del departamento de Bolívar, el gobernador Juan Carlos Gossaín, quien recientemente ocupó uno de los tres últimos puestos en la encuesta de favorabilidad del Centro Nacional de Consultoría, contratada por CM&. Ya van seis meses y esta administración departamental se muestra igual de fantasmal que la anterior, la que él tanto criticó cuando estuvo en campaña. ¡Cuánta coherencia!
Y seguiría, pero la lista es larga y no quiero aburrirlos. Qué orgullo estos padres que nos ha dado la patria colombiana y sus rincones. Nos motivan a ser creyentes y fervorosos cada día más, apostándole a que sea el Sagrado Corazón el que con un milagro nos saque de este foso.
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