La proliferación de candidaturas a la Alcaldía de Cartagena podría interpretarse de múltiples formas, desde ser una saludable diversidad democrática, hasta simbolizar la dispersión y ausencia de liderazgos que padece la ciudad.
Si se aceptara la primera premisa, habría que considerar que varios candidatos coinciden en representar los ideales de diferentes sectores y ofrecen sus capacidades para ello; tales ideales serían entonces factor de confluencia y de unidad para alcanzar el poder.
Pero lo que se evidencia a estas alturas de la campaña electoral es que tal dosis de sensatez no aparece para la búsqueda de acuerdos, pero si un afán desmedido de algunos por imponer sus intereses y egos, En la búsqueda desenfrenada de posicionamiento de imagen, algunos candidatos hacen literalmente lo que sea necesario para marcar puntos en las encuestas de reconocimiento, incluyendo la tristemente celebre guerra sucia o propaganda negra, para eliminar contrarios.
Sobra decir que cuando se apela a tales estrategias, se desprecia implícitamente las ideas o propuestas y por consiguiente la concertación programática como eventual formula de unidad.
Desde hace mucho tiempo, Cartagena no presentaba una dispersión política, como la que hoy caracteriza la contienda por la Alcaldía, lo que genera confusión e incertidumbre entre partidos, movimientos, candidatos, electores e inclusive entre los financiadores, algunos de los cuales no saben si distribuir apoyos o seguir esperando a que se aclare el panorama.
Dice el dicho popular que " río revuelto ganancia de pescadores" y ese es el gran riesgo que afronta la ciudad, porque ya se distinguen varios pescadores avezados, a quienes no les importará usar dinamita, si es necesario, para lograr una faena que les genere abundancia.
La ausencia de sólidos liderazgos en importantes y decisivos sectores sociales ha contribuido a la dispersión y a la falta de sindéresis política, que construye senderos al vacío.
Aun hay tiempo para retomar el rumbo y evitar que los francotiradores de la decencia, o los pescadores de infortunios, sean quienes determinen las opciones de futuro.
Quienes tienen a la ciudad como único objetivo están en mora de dar pasos efectivos de grandeza, lo que contribuiría a despejar el panorama, para que los electores se decidan de igual manera a exigir que la campaña por la Alcaldía no se degrade más.
*Periodista.
germandanilo@hotmail.com
Comentarios ()