Columna


Franz Liszt (1811-2011)

DARÍO MORÓN DÍAZ

03 de diciembre de 2011 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

03 de diciembre de 2011 12:00 AM

El romanticismo musical tuvo en Franz Liszt uno de sus más claros exponentes. Pianista y compositor, nació en Raiding, Hungría, el 22 de octubre de 1811. Fue otro niño prodigio de la música, después de Mozart y Beethoven. A los seis años recibió clases de piano de su padre, Adam Liszt. Adam posteriormente lo llevó a Viena. El pianista Karl Czerny, alumno de Beethoven, se impresionó con los primeros ensayos del niño; Czerny decía que no había escuchado un talento igual desde Schubert.
A los 11 años apareció en público, interpretó a Beethoven, Rossini y Hummel. Desde niño Lizt admiró a Beethoven, y estaba obsesionado por conocerlo. Lo logró gracias a Czerny y a los 12 años lo visitó. Beethoven le pidió tocar “la Fuga en do menor del clave bien temperado de Bach”, para probar su capacidad, y también interpretó el primer movimiento del “Concierto número 3 en do menor” del propio Beethoven. El maestro no lo elogió, no era su costumbre. Pero al día siguiente, 13 de abril de 1823, fue a un concierto del joven pianista. Al final, Beethoven le dio un beso en la frente, episodio que Liszt recordó siempre. Ese encuentro fue una especie de “deja vu” entre personajes célebres. Años atrás fue Mozart quien escuchó la interpretación del joven Beethoven, y aquel en esa ocasión, sí hizo un comentario favorable sobre el futuro del autor de las nueve sinfonías.
En 1825, a los 14 años, después de una gira por Francia y Suiza cayó en una etapa mística, depresiva, que lo impulsaba a abandonar su carrera e ingresar a un convento. Gracias a la intervención de su padre, ambos viajaron de vacaciones a un balneario y allí superó la crisis.
Más tarde Liszt se empeñó en alcanzar el más alto grado de destreza en la interpretación del piano; dos encuentros memorables contribuyeron a esas metas: uno con Niccolò Paganini y el otro con Federico Chopin. La impresión que le causó Paganini fue tal que decidió llegar a dominar el piano así como Paganini lo hacía con el violín. Liszt compuso para piano los “24 caprichos para violín de Paganini”, y le dedicó sus “Seis Estudios para piano”, cuyo Nº 3 es célebre: “la Campanella en la bemol menor”. Obra que es una de las más populares de Liszt.
También asistió a un concierto de Chopin, el pianista polaco, lo que convenció a Liszt de que en la interpretación de piano se podía llegar a la grandeza con el toque sutil del teclado. Liszt le dedicó a Federico Chopin los Estudios Op. 10. Más tarde Liszt compuso su “Estudio en si bemol 12 Opus 1”. Franz Liszt fue el creador del Poema sinfónico y autor de más de 700 composiciones; el “Liebestraume”, Sueño de amor, veinte Rapsodias húngaras, Conciertos para piano No1 y No 2, Mefhisto vals. Tiene el mérito de la difusión de la música de Bach, Beethoven, Schubert, Berlioz, Wagner y Schumann, con las trascripciones de las obras de ellos al piano.
Liszt murió en Bayreuth el 31 de julio de 1886 a la edad de 74 años.

*Médico Cardiólogo. Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.

dmorond@gmail.com

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