¡Fuera Merlano!

Nuestra honorable clase política todos los días nos divierte con algo nuevo. El turno esta vez es para un hombre que dice ser probo, como todos los que están en el Congreso de la República de Colombia, me refiero al senador Eduardo Merlano, quien es hijo del condenado por “parapolítica”, Jairo Merlano.
Merlano (hijo), se enfrentó en día pasados a la policía, no accedió a realizar una prueba de alcoholemia y, además, no tenía licencia de conducción. Aquella noche, tal y como lo muestra el vídeo que anda rodando en las redes sociales, Eduardo Merlano soltó frases desafiantes y al mismo tiempo ridículas como: “¿Ustedes no saben quién soy yo?” y la mejor de todas, “¿Pero cómo le van a hacer a un senador de la República una prueba de alcoholemia?”. También sacó a relucir que había obtenido 50 mil votos para llegar al Congreso, lo cual no venía al caso, además la cifra de votos que obtuvo es menor.
Seguramente Merlano quería dejarle claro a los policías que ser senador en este país debe ser un eximente de responsabilidad. No importa si manejas ebrio, porque eres senador. No importa que manejes sin pase, porque eres senador. No importa si no cumples las leyes, porque eres senador. Y dejémonos de vainas,  pero no importa si te robas al país o tienes nexos con paramilitares, porque eres Senador.
Ver este tipo  de personas en el congreso es decepcionante. Decepciona aún más  que al igual que Eduardo Merlano, Juan Manuel Corzo, y muchos otros, sigan legislando, porque este pueblo sale a votar solo siendo consciente del número y el partido político que deben marcar en el tarjetón electoral, y muy pocas veces saben por quién están votando, cuáles son sus propuestas, sus antecedentes. La costumbre nos muestra que la mayoría de los colombianos lo hacen por un cargo en alguna entidad, otros menos exigentes por un mercadito o unos cuantos pesos.
La procuraduría abrió investigación preliminar contra Eduardo Merlano. Por su parte el comité de ética del partido de “la U”, colectividad a la que pertenece el senador, le abrió también una investigación. Qué bueno sería que se sentara un precedente y se le aplicara a este señor una sanción ejemplar, las contempladas en los reglamentos pueden ir desde la suspensión hasta la expulsión del partido.
Qué bueno sería que nos uniéramos todos e hiciéramos presión civil, para que Merlano y los demás congresistas sepan lo cansados que estamos, para que  sientan temor y piensen dos veces antes de salir a decir alguna estupidez o cometer una irregularidad.
No seamos silentes ni permisivos. Tengamos lo ojos bien puestos en la Cámara de representantes y el Senado de la república, y si las autoridades les dejan pasar más de una a estos “hijos de la patria”, nosotros como pueblo indignado no lo permitamos. ¡Fuera Merlano!