Columna


Gato-el

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

26 de noviembre de 2011 12:00 AM

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

26 de noviembre de 2011 12:00 AM

Desde las olímpicas disputas, que cantó el viejo Píndaro, ha habido entrenadores. En el circo Romano había toda clase de trapisondas y mangualas. Durante los torneos de Camelot no sólo el pañuelo de una hermosa hacía milagros, sino los consejos de otro que no exponía el cuero. 
Pero Alonso Quijano no tuvo asesores cuando fue Don Quijote. Las gestas deportivas de hoy lo exigen. Angelo Dundee entrenó a Clasius Clay. Quedó con abundantes recursos y no recibió ningún golpe. Tabaquito Sáenz perdió todos sus combates como boxeador, pero dirigió a Pambelé en sus victorias. En todos los deportes hay un vivo que devenga por susurrar al oído algo obvio. Una especie de eminencia gris, de poder detrás del trono.
¿Pero qué clase de hombres son estos para que los asocien con un color desprestigiado por el cielo y los infiernos? Los “seconds” del boxeo se llaman “managers” en béisbol, pero en el  fútbol se les da el pomposo título de Director Técnico.
En este país de la desmesura y los sobresaltos, cualquiera que juegue en las playas es un “bigleaguer”, todos los palenqueros son Pambelé y muchos juveniles dizque son “cracks”. Al tercer partido son comprados y vendidos. Esclavitud perpetua, decía con ritmo Joe Arroyo.
Sólo necesitan un director técnico que los entrene, y…;los promueva. Las jóvenes promesas del deporte son encumbradas por medios y dirigentes.
En nuestro país ha habido “directores técnicos” de todos los pelambres. Pasamos de uno a otro con las mismas frustraciones.
Lo más aberrante ha sido una caricatura de Confucio en Sepia: un presuntuoso que decía enseñar cosas que no caben, ni se pueden aprender en un libro. Convirtió el no importa ganar o perder de los griegos, en “perder es ganar un poco”.
Nadie lo entendió, pero para él pensar y ser comprendido descalifica al pensador. Cuánto esfuerzo para convertir oscuridad, pensamiento y confusión, en sinónimos. Una tontería dicha con solemnidad consagra.
Creó una escuela y una rosca que perdura. Su discípulo terminó siendo personaje de la proclama: “No le pegue a la negra”.
Todos los sucesores persisten en la simbiosis con directivos marrulleros que apadrinan compromisos, trafican con jugadores, viatican sin compasión.
De repente los sucede uno de abajo. Llega sin méritos cortesanos, ni compromisos. Ante el escándalo del abusador se le recibe con simpatía. La improvisación es saludable.
Tiene actitud desafiante, intimida. Pero es como el totumo, duro en la corteza y blando por dentro. Los primeros reveses se atribuyen a demoras y equivocaciones suyas. Los once que no corrieron, y que se acomplejaron frente al adversario, no tuvieron culpa. 
Ningún León–el. Está hecho nada. Hay una fila para patearlo, y como a Sansón cortarle la melena. Era lo único que tenía de león, pero despierta menos sospechas que aquellos teólogos de la pretensión que le antecedieron.
Además, nadie ha criticado a unos idiotas  por escoger caluroso escenario para asfixiar a venezolanos que venían de Maracaibo, donde el petróleo sale porque no aguanta el calor, o  argentinos que están en el verano del sur, mientras los nuestros juegan en una Europa benigna.
Con su mutación de león a gato ahora tiene 7 vidas y la facultad de caer parado.

*Abogado, Ex Gobernador de Bolívar y Ex parlamentario.

augustobeltran@yahoo.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS