Columna


Gracias a Dios por ser Caribe

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

21 de octubre de 2011 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

21 de octubre de 2011 12:00 AM

Quítale el aviso de carretera o apágale la luz del semáforo a un gringo y observaras el accidente más grande del mundo.El gringo cuando maneja no piensa, solo lee y cumple al pie de la letra las señales, no por buena conducta ni por un acondiciona-miento bueno de su voluntad, sino por temor al ticket o multa y en último caso, cárcel.
En los Estados Unidos, el conductismo humano  ha evolucionado por varias etapas.
En la etapa de teorización de las décadas de los treinta y los cuarenta, psicólogos como Guthrie, Tolman y Hull ensayaron teorías generales de aprendizaje y estas , a pesar de ser bien articuladas por Hull , no fueron ade-cuadas para el hombre Norteamericano e in-citaron al positivismo radical de Skinner.
La modificación conductual es considera-da como el epitome del control de la mente y del lavado del cerebro  y es por ello que no podemos ser , nosotros los latinos, los de sa-bor Caribe, igual que ellos, porque nosotros todo lo hacemos por nuestro único derecho que es la libertad y no por una sumisión por miedo al castigo.
Contrario a lo que debería ser, que el conductismo ha sido un modelo de modifica-ción conductual con aplicaciones clínicas, lo que vemos en los gringos es un modelo mo-derno de opresión o corrección incongruente.
Podemos verlo en las políticas educativas, en la capacitación militar y en las técnicas publicitarias y a ello se debe el consumismo grande  de baratijas en USA y todo por esa modificación en su conducta, en donde se les cambia el modelo del buen comer por el de comer rápido, el de ser humanos normales por el de sentirse dueños del mundo y de po-der criticar sin aceptar y menos corregir los grandes defectos que tienen.
Ahora nos explicamos, el por qué los go-bernantes gringos  tienen como base de pro-grama las debilidades de otros pueblos y no el de ellos y  que busquen adeptos atacando la política socialista de Cuba o la situación de guerra y de narcotráfico  de Colombia y con fuerza arrogante, hablen de combatir la in-fracción de los derechos humanos, pero, los que estamos fuera del país del norte, miramos con lástima que allá, en la gran potencia, es donde más se quebrantan los derechos fun-damentales del hombre y por consiguiente en donde más se consume droga prohibida.
Por lo anterior, le doy gracias a Dios por ser Caribe y no gringo, porque para nosotros el comportamiento individual tiene que ver con los componentes del entorno y la contin-gencia de reforzamiento y si no se cumple, como en ellos, sucede lo peor, es decir, el re-sultado será un desastre.

*Dermatólogo

a_gomezagamez@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS