Columna


La buena hora del liberalismo

JORGE TIRADO NAVARRO

24 de noviembre de 2010 12:00 AM

JORGE TIRADO NAVARRO

24 de noviembre de 2010 12:00 AM

Contra todos los pronósticos, el Partido Liberal se está fortaleciendo bajo el gobierno del Presidente Santos. Su recuperación se debe a tres factores principales: a la coherencia ideológica en estos cien días de gobierno; al rol clave que juega en la coyuntura política; y al proceso de reagrupación de algunos movimientos de origen liberal. Conocidos los resultados de la primera vuelta presidencial, el Presidente Santos invitó a los miembros de la colectividad roja a unírsele para la segunda vuelta. Los liberales atendieron el llamado, condicionando su apoyo a que el Gobierno incorporara en la agenda legislativa de la Unidad Nacional sus cuatro proyectos bandera: ley de víctimas y de restitución de tierras; ley de primer empleo; y el diseño de un sistema de pensiones para trabajadores informales. Con esa movida audaz el liberalismo demostró fortaleza programática, logrando que iniciativas afines a su ideología predominen en la legislatura. Pero existe un ingrediente adicional: los proyectos son de tal magnitud y tienen como beneficiarios a grupos poblacionales tan amplios, que en caso de ser aprobados pueden sintonizar a esa colectividad con la clase media urbana, haciéndola depositaria de buena parte del voto de opinión. Así las cosas, las elecciones regionales de 2011 pueden ser la oportunidad de oro para que el liberalismo reconquiste el poder en los grandes centros urbanos. Es innegable que la buena hora de los liberales tiene que ver también con el papel que al lado de Cambio Radical cumplen dentro de la coalición de gobierno. Son santistas no uribistas, y su apoyo es indispensable para que el Presidente adelante algunas de las reformas que ha anunciado, que no son del agrado del Partido Conservador y de algunos miembros de la U. Santos requiere aliados exclusivos para imprimirle un sello propio a su mandato, lo cual ha valorizado el respaldo de los rojos, otorgándoles protagonismo. Además, en caso de que el Partido Liberal y Cambio Radical logren un acuerdo político para actuar como una sola bancada en el Congreso, se produciría un reacomodamiento inmediato de las fuerzas políticas con asiento en el Parlamento. Los dos partidos pretenden actuar como una sola bancada, lo que impone la unificación de los procesos de decisión para fijar posiciones uniformes en relación con la agenda legislativa, y votar de manera conjunta los proyectos de ley que hagan curso en el Congreso. De igual forma, los dirigentes de ambos partidos quieren establecer mecanismos para forjar coaliciones locales de cara a las elecciones regionales del año entrante. La sumatoria de esas colectividades se convertirá en la bancada más numerosa, con 78 parlamentarios (24 senadores y 54 representantes), seguida por la U, que cuenta con 76 curules (28 senadores y 48 representantes). Lo anterior fortalecerá la posición del liberalismo -como parte mayoritaria del acuerdo- en la mesa de Unidad Nacional, ganando mayor interlocución y capacidad de maniobra frente a sus pares. Pero, además del nutrido grupo de parlamentarios que se conformará, la unión traería consigo el regreso del ministro del Interior, Vargas Lleras, al Liberalismo, quien después de las elecciones quedó en el partidor para la Presidencia. *Abogado y Filósofo tiradojorge@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS