Columna


La cofradía del disparate

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

12 de agosto de 2012 12:00 AM

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

12 de agosto de 2012 12:00 AM

El 2 de agosto, El Tiempo publicó que el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, dijo el siguiente disparate: “El 12 de diciembre próximo, día en que termina el Calendario Maya, será el fin del capitalismo y de la Coca–Cola; y el inicio de la cultura de la vida”. Parece que Choquehuanca pertenece a la cofradía del disparate, cuyos miembros son aficionados a los ovnis y asuntos parecidos.
Lo que se conoce como Coca-Cola fue creada el 5 de mayo de 1886 por el químico John Pemberton, quien le dio el nombre de Vino Francés de Pemberton. Se vendía para suprimir las náuseas y el dolor de cabeza y en su fórmula original contenía extracto de hojas de coca, cafeína, nuez de cola y otros ingredientes. El químico vendió la fórmula y sus compradores le pusieron el nombre de Coca-Cola. Por sus efectos euforizantes y por una exitosa campaña publicitaria, tuvo enorme acogida en Estados Unidos y en el resto del mundo. Se convirtió en un símbolo del capitalismo, al cual le disparan todos los miembros del llamado “socialhablamierdismo” del planeta. Evo Morales, jefe de Choquehuanca, también es experto en decir disparates, entre los cuales están las siguientes “linduras”: El pollo hace maricas a los machos; las papas holandesas tienen hormonas de pescado; Bolivia en 10 años estará más adelantada que Suiza; en el mismo lapso Estados Unidos será colonia de China; y una de antología: “Bolivia ha tenido que luchar en su larga historia contra varios imperios, entre ellos el romano”.
En América Latina, no es raro que presidentes y dictadores digan disparates. Carlos Menem, por ejemplo, dijo una vez que se había leído todas las obras de Sócrates, algo imposible pues este filósofo no escribió nada, se le conoce por Platón y en otra ocasión afirmó que sobre Argentina pendía la espada de Penélope (trastrocó el nombre de Damocles por el de la esposa de Ulises).
En mi concepto el personaje más exótico de esta cofradía ha sido Mariano Melgarejo, un dictador de Bolivia del siglo XIX. Melgarejo era una “joya”, loco, analfabeto y alcohólico. El día que asumió el poder dijo dos verdades: que gobernaría para siempre y que la Constitución la usaría para limpiarse el “derriere”, prueba de  que los locos son sinceros. Sus disparates son famosos, entre las cuales destaco: declararle la guerra a Inglaterra y cuando le recordaron que era una isla lejana, le ordenó a sus soldados nadar hasta allá. También ordenó al ejército boliviano que, en medio del fragor de la guerra francoprusiana, salvara a Paris y que para llegar allá tomaran un atajo por la selva amazónica.
En Colombia, ha habido varios personajes famosos por sus disparates, uno de ellos un locutor célebre por sus embarradas quien dijo una vez en una ceremonia: “Acaban ustedes de escuchar un minuto de silencio”, y en otra ocasión, al relatar un accidente, dijo que “tres cadáveres se habían abstenido de fallecer”.
En los concursos de belleza, en ocasiones hay miembros de la cofradía del disparate. Un ejemplo entre muchos: una reina de belleza dijo sin parpadear en Cartagena, que quería ir a Roma a conocer la tumba de Jesucristo.

*Directivo universitario. Miembro de la Academia de la Historia de Cartagena.

menrodster@gmail.com

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