Columna


La Contraloría y la salud

DARÍO MORÓN DÍAZ

26 de mayo de 2012 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

26 de mayo de 2012 12:00 AM

En el Senado de la República, el 22 de mayo, se realizó un debate sobre la Salud. Un funcionario de la Contraloría General relató tres hechos que retratan de cuerpo entero la corrupción en ese sector. Mencionó un medicamento: el Isodine, que vale 225 pesos, y una empresa lo factura por 2.337.000 pesos; un catéter venoso de 2.700 pesos pasa a 21.200 pesos; y el Acetaminofén que compran en 17 pesos es cobrado en 90 mil pesos.
La Academia Nacional de Medicina, la Academia de Medicina de Cartagena, la Federación Médica Colombiana, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, el Colegio Médico Colombiano y Asmedas han denunciado, en el último decenio, la corrupción en el sector salud, de la cual participan principalmente los intermediarios de la Ley 100 de 1993 y la “Integración vertical” que facilita abiertamente el latrocinio. La contralora, Sandra Morelli, señaló que los recursos los usan: en sueldos estratosféricos, viáticos, patrocinio de equipos de futbol, campañas politiqueras, construcción de clubes, etcétera. Todo en detrimento de la mejor atención a los pacientes.
Las asociaciones médicas han puesto de manifiesto las falencias que llevaron a la Salud al colapso. En documento reciente señalaron: es evidente que las medidas para sacarla de ese estado no tienen la eficacia deseada, por la negligencia de los funcionarios. Los médicos de Colombia hemos venido advirtiendo sobre el deterioro progresivo de todos los indicadores del sistema, que van más allá de regular el estado de salud de la población y al que se suman la crisis de los hospitales, el nada transparente manejo de los recursos y los grandes vacíos en vigilancia y control. De contera la “Integración vertical” destinada a obtener más resultados económicos, con un ánimo de lucro exagerado, que vulnera los derechos de los ciudadanos y afecta la transparencia.
Así mismo la Corte Constitucional es enfática en señalar: "Las disertaciones realizadas denotaron un complejo panorama en el manejo de los recursos del sistema de salud. Los capitales que circulan en el interior de la estructura mencionada, son suficientes para garantizar la efectiva prestación del derecho fundamental, no obstante la gran mayoría de dichos dineros están siendo dilapidados para fines totalmente ajenos al propósito para el que fueron establecidos(1). Esto deja en claro, como el cuerpo médico lo ha venido manifestando desde hace más de un decenio, que mientras no se haga una revisión a fondo de la estructura del sistema, se mantendrá el círculo vicioso de una serie de gravísimos problemas, que atentan directa y consistentemente contra el bienestar de la población, que es su fin último.
“Las asociaciones médicas de Colombia, comprometidas con la salud de los colombianos, se pone a disposición del país, de su Gobierno y del Congreso de la República para ayudar a sentar las bases de un Sistema de Salud distinto y orientado a responder las necesidades de la población. El sistema vigente, en muchos aspectos, tocó fondo y ha causado hondo impacto negativo en la medicina como profesión y como ciencia al servicio de la sociedad, en contradicción con el imperativo hipocrático”. (2)
(1-2) Carta al Presidente Juan Manuel Santos.
*Exdirector de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.
dmorond@gmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS