Columna


La desmemoria de los colombianos

RICARDO VÉLEZ PAREJA

30 de enero de 2012 12:00 AM

RICARDO VÉLEZ PAREJA

30 de enero de 2012 12:00 AM

Los colombianos vivíamos con miedo por allá a finales del siglo pasado. Nos sentíamos secuestrados, con terror por el incremento de los secuestros y las tomas de las poblaciones por parte de la guerrilla que eran casi diarias durante las fallidas conversaciones del Caguán de 1996 a 1999, las FARC hablaban de paz y continuaban secuestrando y tomándose las poblaciones.
En el 2002 más de 10 millones de colombianos elegimos como presidente a Álvaro Uribe Vélez confiados en que su política de Seguridad Democrática generaría confianza de los inversionistas colombianos y extranjeros. Las FARC saludaron al nuevo gobierno con el horror de la bomba del Club El Nogal que arrojó varios muertos y heridos.
Uribe asumió la responsabilidad directa del orden público como le corresponde a los presidentes como Comandantes de las Fuerzas Armadas de Colombia y desde el principio, casi sin dormir, hacía seguimiento a todas las operaciones militares contra las FARC y los Paramilitares. Encomendó a Luis Carlos Restrepo la difícil tarea de buscar la paz propiciando desmovilizaciones de paras que dieron como resultado un proceso de paz con ellos a cambio de que dejaran de traficar y cesaran las matanzas colectivas.
Los resultados comenzaron a verse y los jefes de las AUC no cesaron en sus negocios ilícitos y por eso Uribe los extraditó a USA. Las FARC ni siquiera se atrevieron a pedir diálogo porque el presidente no paraba de combatirlos sacándolos de Bogotá después que lanzaron cohetes que destruyeron parte del Palacio de Nariño el día de su posesión.
Entonces los colombianos volvimos a transitar por las carreteras de la patria por la seguridad que había, para que todos conociéramos nuestro propio país. Se respiraba otro ambiente y muchos nacionales y extranjeros comenzaron a invertir en Colombia con base en la confianza que se generó con la Seguridad Democrática. Regresaron los grandes cruceros a Cartagena y se implementaron sistemas de transporte masivo en varias ciudades colombianas.
Uribe fue siempre leal a su Ministro de Defensa Santos y lo ungió como candidato de la “U” para que 9 millones de colombianos uribistas lo eligiéramos como nuevo presidente. En su año y medio de gobierno, Santos –que no lo ha hecho mal – reanudó relaciones con Venezuela y Ecuador, se volvió el mejor amigo del presidente Chávez después que este despotricó contra él cuando la intervención en Ecuador para acabar con Raúl Reyes que tenía su base en el país vecino
A muchos colombianos se les ha olvidado todo esto y hoy, con la anuencia del presidente actual y la presión de la cuestionada Fiscal General samperista se han convertido en implacables enemigos de Uribe y sus funcionarios.
He leído una columna de Francisco Santos, en donde afirma: “Juan Manuel Santos jamás habría sido presidente si no es por Álvaro Uribe, pero una vez electo dio la espalda a su antecesor y nombró a los enemigos políticos que él tanto criticó mientras estuvo en el gobierno Uribe”. La verdad es que todos votamos por Santos para que continuara su política de Seguridad Democrática y de él todos esperábamos por lo menos lealtad con Uribe y sus funcionarios, la cual no se ha visto según opinión del director de noticias de RCN y de muchos colombianos.

*Abogado y escritor

rivelpa@yahoo.com

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