Columna


La estrategia de Hollywood

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

01 de marzo de 2011 12:00 AM

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

01 de marzo de 2011 12:00 AM

Los directores y productores de Hollywood hacen maravillas en la pantalla, inclusive hasta con los horrores de la guerra. El público disfruta y aplaude los filmes que evocan batallas épicas o rescates osados a sangre y fuego, con la seguridad de que las víctimas de explosiones, bombardeos o fusilamientos, son actores que sobreviven y probablemente reaparecerán en una próxima historia. Muchos quisieran que como en las películas, las guerras fueran de mentiras.
Pero más sorprendente que los trucos cinematográficos para recrear el dolor de las tragedias, es la capacidad de quienes hacen las guerras, para incorporarles la fantasía.
Parecería que así como hay guionistas y directores expertos en convertir los conflictos armados en fuente de creación fantásticas, hay una escuela de estrategas militares especialistas en aplicar la magia de la ficción a la realidad, pero no para sustituirla, sino para ponerla al servicio de sus intereses de guerra.
Si así como se premia a quienes recrean en el cine la crudeza de los combates, se concedieran galardones a los militares que hacen de la guerra un espectáculo, Colombia sería una meca.
Quienes creían que el libreto escrito por generales y actuado magistralmente por soldados en la célebre operación Jaque era la mejor demostración de aprendizaje cinematográfico de las tropas colombianas, estaban equivocados.
Hubo actores protagónicos y de reparto, que sorprendieron por su histrionismo en papeles de diplomáticos, periodistas y misioneros, que luego contaron el libreto mientras recibían los aplausos.
Pero el papelazo desempeñado por “Cesar”, que aún aparece en los créditos oficiales de la operación como el villano derrotado, parece cambiar la trama, con la revelación de los críticos de  cine de Wikileaks, de que hubo un  guión paralelo que estableció su alianza previa  con “los buenos”, sin que el público se diera cuenta.
A pesar de su espectacularidad, toda la operación Jaque fue un cortometraje de principiante, comparado con la superproducción  “Cacica Gaitana”, fraguada aparentemente   en los cuarteles y rodada con tanta credibilidad en escenarios nacionales, que el descubrimiento reciente de su origen fantasioso  amerita la entrega de todos los premios Oscar.
“Ladrones, desempleados y ñeros” de verdad fueron reclutados y convertidos en actores; personificaron a guerrilleros desmovilizados, entregaron armas de mentiras, obtuvieron grandes ganancias y llenaron de gloria y triunfalismo a un gobierno que aún sigue pagando con recursos públicos la multimillonaria puesta en escena, convertida en botín de guerra.
Acudir a la ficción en medio de la guerra, mediante la “estrategia de Hollywood”  tendría mucho sentido si contribuyera a disminuir sus consecuencias de dolor y sangre, pero hacer de la fantasía una maniobra de engaño a la nación, para demostrar falsos resultados bélicos y sostener caudillismos, es un espectáculo cinematográficamente bueno, pero grotesco e insultante para el país.

*Trabajador Social y Periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones.

germandanilo@hotmail.com
 

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