El 12 de marzo en todo el país hubo una protesta: el “Día del no tanqueo de gasolina”. En Cartagena esa convocatoria cívica fue ignorada por los dueños de vehículos y conductores. El fracaso fue ostensible, hecho que evidencia la apatía de los cartageneros. El aumento mensual de los precios de los combustibles incide directamente en el costo de vida de los colombianos. Desde hace varios años la gasolina más cara se paga en Colombia, el costo exagerado es debido a varios impuestos destinados a favorecer a Ecopetrol.
El fallecido senador santandereano Hugo Serrano fue un documentado conocedor de la política petrolera del país y siempre combatió los altos precios de los combustibles. En los debates el senador Serrano se distinguía por su argumentación y conocimiento del sector petrolero y energético. En la actualidad Luis Fernando Velasco, senador caucano, lidera la misma campaña, él ha demostrado lo inequitativo de los gravámenes que provocan la escalada de precios de la gasolina e insiste en la inconveniencia de cobrarles a los colombianos una gasolina nacional a precios de la importada.
Colombia es uno de los países donde el precio de la gasolina es más alto. Mientras que en Estados Unidos un galón cuesta 1,8 dólares, en Colombia vale 3,4 dólares. Otro dato que demuestra lo absurdo de la situación es que en Estados Unidos los combustibles tienen impuestos del 15 por ciento, pero en Colombia superan el 38 por ciento. El senador Velasco pregunta: ¿Por qué hace cuatro años, en julio del 2008, el barril de petróleo llegó a 145 dólares y el galón de gasolina lo pagábamos a 7.236 pesos y hoy con el barril de petróleo a 106 dólares, la pagamos a 9.000 pesos? Al parlamentario lo tildan de “populista” por sus persistentes campañas destinadas a quitarle impuestos a la gasolina y de manejar políticamente el debate. Él acepta que es un debate político porque la problemática es económico-política.
El Ministerio de Minas determina el precio de la gasolina siguiendo los parámetros y precios del Golfo de México, es decir hay un elemento externo que incide en el alza. Para cortar esa dependencia, Velasco presentó un Proyecto de Ley que modifica la fórmula mediante la cual se calculan los precios del diesel y la gasolina en el país. Otro aspecto para tener en cuenta en el fenómeno alcista se relaciona con los “biocombustibles”. En el pasado los consumidores recibieron con alborozo la noticia de que agregando etanol a la gasolina se generaría un ahorro para el consumidor, pero sucedió todo lo contrario; el precio de la gasolina aumentó. Aquí el remedio resultó peor que la enfermedad.
El interés nuestro, en cuanto al precio cada vez más alto de la gasolina, se relaciona primordialmente con el fenómeno sociológico de la conducta negativa o pasiva de los cartageneros, que se muestran apáticos ante hechos como el de la protesta cívica por la gasolina más cara.
Platón decía “que en la ciudad a cada quien le correspondía una función o un trabajo”, y una actitud cívica y solidaria, agregamos nosotros. Son atributos del que carecen los ciudadanos de nuestra urbe.
*Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.
dmorond@gmail.com
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