¿Qué pasó con la canasta automática, mija?, le pregunta el marido a la mujer. ¿Cuál?, le responde esta. Una en la que uno echa la ropa sucia y aparece a los dos días en el closet, lavada y planchada.
Esta graciosa situación daría pie para toda una perorata sobre lo poco valorado que es el trabajo de la casa, y la persona que lo realiza; pero en su lugar la utilizaré para destacar la labor silenciosa, sin ánimo de protagonismo (como la de las amas de casa) de una, en cierto modo desconocida entidad distrital, que desde hace casi 4 años dirige la economista Rocío Banquez.
Se trata de Distriseguridad, entidad de la que, lo poco que sabemos, es que recauda un impuesto a través de los recibos de telefonía. Y cuando se cree saber un poco más de ella, se la asocia con “inseguridad”. La verdad es que Distriseguridad colabora, aporta recursos, construye infraestructura, y desarrolla programas sociales de formación ciudadana, pero no es responsable de la seguridad.
En una informal y rápida entrevista, su directora me puso al tanto de la naturaleza, las funciones y los logros de la entidad, información que siento la obligación periodística de compartir con los lectores.
Distriseguridad es un establecimiento público del orden distrital con personería jurídica, creado mediante Decreto Número 040 del 27 de enero de 2003, dotada de autonomía administrativa, financiera y patrimonial, con el fin de contribuir a mejorar las condiciones de seguridad integral de residentes y visitantes del distrito turístico y cultural de Cartagena de Indias, a través del apoyo logístico y tecnológico a las entidades operativas, y el fomento de la participación ciudadana, favoreciendo así el desarrollo económico, social y cultural de la ciudad.
Distriseguridad ejecuta un presupuesto anual de 11 mil millones de pesos que recauda a través de la telefonía fija; una tasa a las obras públicas y de delineación urbana, y un aporte del recaudo del Predial que le transfiere la secretaria de Hacienda, entre otros. Su nomina está constituida por 13 personas, y sus gastos totales de funcionamiento (incluida la nómina) le cuestan a la institución menos del 12% de su presupuesto anual; el resto se destina a la función social descrita en el párrafo anterior.
Entre lo logrado en 8 años de existencia, según nos cuenta Rocío, está la construcción de las Casas de justicia de Chiquinquirá, Country y Canapote. En ellas tienen asiento: Comisarías de Familia, Defensorías, Inspección de Policía, Fiscalía, Desarrollo Comunitario, Psicología y Trabajo Social, y la Personería Distrital. Y se ofrece además, asesorías y conciliaciones jurídicas completamente gratis.
La construcción de la estación de policía de los Caracoles y CAI´s en diferentes sitios de la ciudad; la entrega de vehículos, motos y equipos de comunicación, a las entidades que tienen que ver con la seguridad y la colocación de cámaras de televisión.
Distriseguridad realiza además, gestiones interinstitucionales con el Sena y la Escuela Taller Cartagena de indias, entre otras, para formar jóvenes en oficios como mesa y bar, jardineros, fontaneros, entre otros, bajo la filosofía de que en la medida que estos jóvenes aprendan y se ocupen en un oficio, disminuye la inseguridad.
*Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe
movilyances@msn.com
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