Columna


La guerra no es muda, la paz tampoco

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

19 de septiembre de 2012 12:00 AM

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

19 de septiembre de 2012 12:00 AM

“La paz es salario justo, eso es paz, vivir la vida con gusto, eso es paz”.
“¿Si la guerra puede ser provocada por las palabras, por qué no pueden las palabras impedirla?”, se preguntaba Elias Canetti, Premio Nobel de Literatura en 1981, en un discurso dado en los años 70 donde reflexiona sobre la profesión de escritor y cuenta la anécdota cuando un autor anónimo, una semana antes del estallido de la segunda guerra mundial, le dejó una nota suelta con el texto “Ya no hay nada que hacer. Pero si de verdad fuera escritor, debería poder impedir la guerra”.
“La paz es tener un techo, eso es paz, que valgan nuestros derechos, eso es paz”.
A pocas semanas de comenzar las negociaciones entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para la terminación del conflicto armado o la violencia en el país, violencia que para el comunicador Omar Rincón es también un duelo de relatos, retomo las palabras de Canetti y de otras personas más con el propósito de reflexionar sobre las responsabilidades que tenemos las personas que escribimos frente a la Guerra que nos desangra y la Paz que se asoma a la vuelta de la esquina, las personas que, según Azriel Bibliowics, tenemos el oficio de recuperar, reanudar, realimentar y darles nuevos contextos y significados a las palabras frente a tantos maltratos y desgastes que reciben estas por parte de los políticos, las dictaduras y los violentos. Para Bibliowics, la palabra Paz es un ejemplo de muchas palabras que padecen un destino cruel en Colombia.
“La paz es tener empleo, eso es paz, que se acabe el desempleo, eso es paz”.
Así como las guerras por la nación no son mudas, como lo plantean María Teresa Uribe y Liliana María López, porque “son guerras con palabras, con relatos, con narraciones, con discursos y metáforas”, porque son provocadas y alimentadas por las palabras, la Paz para Colombia tampoco es o puede ser muda o un proceso donde solo hablen los actores del conflicto, conflicto que desde hace más de 8 años no existía porque hombres de la guerra y del establecimiento lo habían dicho para su acomodo, los mismos hombres que hoy trinan, trinan y trinan en contra de los acuerdos para terminarlo porque les sirve que aquí se siga echando balas. Estos hombres tienen bastante claro el punto de que tanto la guerra como la paz están hechas con palabras. La Paz tampoco es muda y requiere también de las palabras, relatos, narraciones, discursos y metáforas de las víctimas.
“La paz es que en esta vida, eso es paz, tengamos buena comida, eso es paz”.
Quienes escribimos tenemos el deber de aportar nuestro granito de palabras para que no siga la guerra, hacer algo para que haya paz, recuperar, reanudar, realimentar y darles nuevos contextos y significados a la palabra Paz. Debemos poder impedir la guerra desde nuestro oficio de escritor, manifestándonos como lo hace la “Canción de la Paz” que finaliza con la siguiente estrofa:
“La paz es que todos puedan, eso es paz, tener cupo en las escuelas, eso es paz. La paz es que cada niños, eso es paz, tenga salud y cariño, eso es paz. Cantemos, marchemos y vamos a reclamar que haya paz”.

* Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo

puntos_de_encuentro@hotmail.com

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