He venido mirando periódicamente la información publicada en la web de la Fiscalía General, acerca de su gestión en el marco de la ley de Justicia y Paz. Allí se encuentran varios cuadros que, se supone, se actualizan cada semestre. Cuando un cuadro se actualiza, desaparece el anterior. No obstante, conservo memoria de algunos de ellos.
En esta oportunidad me refiero a los reportes de gestión presentados a 31 de enero de 2011, y a julio del mismo año. Hay temas en los cuales se nota el avance en la gestión de la entidad. Por ejemplo, las fosas exhumadas pasan de 3.080 a 3.378; los cuerpos plenamente identificados por pruebas de ADN o carta dental pasan de 1.397 a 1.594.
Son varios los indicadores que presentan esta tendencia de aumento en el acumulado a medida que pasa el tiempo. Pero no sucede en todos los casos, y existen algunos en donde se reporta un volumen menor. Por ejemplo, a enero se anunció la identificación de 1.652 masacres, como el principal hecho confesado. Seis meses después disminuyeron a 679. Las víctimas relacionadas en hechos confesados pasaron de 67.442 a 32.441. Las confesiones sobre desaparición forzada bajaron de 4.420 a 2.546. Las víctimas que participaron en versiones libres a enero fueron 59.728, y bajaron a 54.005.
Los cuadros no presentan ninguna anotación metodológica, por lo cual uno supone, y en eso puedo estar equivocado, que se trata de acumulados de gestión de todo el proceso, por lo que llama la atención que disminuya el volumen de algunos de los ítems reportados.
Otra posibilidad es que la Fiscalía se haya dado cuenta de que tiene problemas en la contabilización de estos temas, y haya realizado depuraciones a sus reportes. Es fácil recordar que en algún momento los medios, citando esta fuente, reseñaron que los paramilitares habían confesado el homicidio de más de 100 mil personas en los últimos 20 años. Esa información hoy no figura, y el total de homicidios reconocidos en el marco de Justicia y Paz es de 16.287.
La Fiscalía tiene responsabilidades jurídicas muy grandes, y en Justicia y Paz ha asumido un reto enorme. Muchos de los fiscales hacen un trabajo meritorio que el país deberá reconocer y agradecer algún día, pero la forma de presentar estadísticas de su propia gestión deja muchas preguntas sin resolver.
Revisar y corregir los datos presentados es válido en el proceso de construcción de cualquier sistema de información. Pero se requiere, en aras de la transparencia, reportar los ajustes y explicar el por qué de los cambios. De lo contrario, se generan dudas sobre la transparencia e idoneidad de las cifras y por ende, de la gestión realizada.
Le sugiero a la Fiscalía que en su próxima actualización de estas cifras, así como en los ejercicios de rendición de cuentas, clarifique y disipe las dudas sobre la forma como reportan, en estadísticas, su gestión.
*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.
caballerocesar@yahoo.com
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()