A medida que pasen los días, los liberales se darán cuenta de la importancia que tiene para construir su hoja de ruta, la decisión del presidente Samper de intervenir a fondo en la vida interna del Partido Liberal, hoy dominado por la casta parlamentaria y sólo “preocupado por la mecánica electoral”, según el diagnóstico certero que el ex presidente hiciera en recientes declaraciones de prensa.
La verdad es que el Partido necesita un viraje drástico en su conducción política. Hoy parece un partido en estado cataléptico, y quienes nos resistimos a que permanezca en esa condición de atrofia de sus músculos políticos, tenemos la obligación de procurar su recuperación. Y qué bueno que el ex presidente se manifieste dispuesto a liderar esa causa; que haya decidido regresar “a las tarimas y a los discursos”, y de airear ideológicamente el Partido en la tertulias de Café País.
Bajo Pardo, el partido se convirtió –ya lo hemos dicho pero no nos cansaremos de repetirlo-, en un banco de avales. Y con esta estrategia mezquina, desde la Dirección Nacional del Partido se ha mantenido a una clientela incondicional de beneficiarios de ese sistema, pero a espaldas de las masas que ya no le responden en las urnas, como quedó patente en las pasadas elecciones presidenciales en las cuales sólo apareció un ridículo 5% votando por el candidato oficial del Partido. ¡Vaya título precario para que el candidato derrotado siga dirigiendo el liberalismo!
En pasada columna, en este mismo periódico, y con el título “Aroma liberal en Café País”, le dimos la bienvenida al ex presidente Samper por su decisión de agitar la bandera de la recuperación de nuestro Partido. Con fecha 30 de marzo, nos respondió con la siguiente carta:
“Estimado Edmundo: Dando alcance a tu amable comunicación de días pasados y a mi propia respuesta, quiero reiterar mi satisfacción por las profundas coincidencias entre tu interpretación de Café País y la situación del liberalismo. Tú fuiste actor principal en el proceso de la Constituyente Liberal que terminó, hace algunos años, con la expedición de unos nuevos Estatutos para reideologizar y democratizar el Partido. Esos principios han sido abandonados por la actual Dirección del Partido. Concretamente, lo que he venido proponiendo es una “refundación liberal” basada en una definición ideológica socialdemócrata de nuestro credo, el cambio de la estrategia política para atraer nuevos sectores sociales y la modernización de las maneras de hacer política. Estoy seguro de que tú compartes estos planteamientos que me permití sintetizar en un artículo del periódico El Tiempo, que te acompaño. Mientras tenemos la oportunidad de conversar este y otros temas, te hago llegar, como siempre, un cordial saludo de tu amigo, (fdo) Ernesto Samper Pizano”.
Sí, “refundar el Partido liberal” es la consigna y, desde esta trinchera, contribuiremos al éxito de esa iniciativa del ex presidente Samper. En lugar de un banco de avales, habrá que convertir el Partido en un Banco del Pensamiento, en el cual encuentren los liberales socialdemócratas de nuestro país, fuentes de inspiración y de acción. ¡Sólo así tendremos futuro!
*Ex congresista, ex ministro, ex embajador.
edmudolopezg@hotmail.com
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