Lamentable que uno de los candidatos a la alcaldía no haya querido presentarse al debate realizado en la terraza de este diario, para discutir, de manera sana y elegante, sobre su programa de gobierno. Porque era una gran oportunidad para que el pueblo de Cartagena pudiese sopesar de manera sencilla las ideas que más le convienen a la ciudad.
Además del empleo, la pobreza, la seguridad, la salud, la educación, la movilidad y la financiación de las campañas, hubo, a mi modo de ver, otra cosa que se quedó dentro del tintero: la Cartagena que ha sido durante años, sede alterna de la Cancillería, la Cartagena que es escenario natural de los No Alineados, de Cumbres Antidrogas, del Pacto Andino, de Congresos Internacionales, de Eventos Científicos que convocan a personalidades del mundo entero en la Cartagena colonial.
Y es que Cartagena merece tener un alcalde que, además de ser un gran gerente, que le haga frente a la miseria económica de los barrios periféricos y a la miseria moral de los barrios “elegantes”, sea también un gran diplomático capaz de recibir en nuestra ciudad amurallada a esas personalidades que llegan ávidas de conocimientos para dar y recibir los dones que esta Llave de las Indias les brinda.
En el pasado reciente tuvimos a George Bush, Bill Clinton, Bill Gates, presidentes latinoamericanos, papas, gobernantes del mundo, deportistas centroamericanos, músicos y cineastas universales, académicos de la lengua, embajadores del arte y la cultura que han escogido a Cartagena como sede de grandes acontecimientos en los cuales el alcalde de la ciudad tiene un papel protagónico.
Preguntémonos entonces, ¿cuál de esos candidatos y candidatas reúne esos requisitos? Estamos de acuerdo con Alicia Bozzi, coordinadora de Cartagena Cómo Vamos, cuando nos dice que los cartageneros quieren en un 65% una mayor generación de empleo, en un 35% un fortalecimiento de la seguridad, y en general, atención a los pobres en salud, vivienda, educación, movilidad y recreación. Pero también es indispensable que los cartageneros sigan percibiendo que Cartagena es la gran “Puerta de Entrada a América”.
Como decía la candidata Roxana Segovia, “no es cuestión de bacanería ni de popularidad”, es cuestión de mirar quién está preparado para ejercer el cargo más importante de la ciudad y, quizá, uno de los más importantes del país.
Lástima grande que el debate televisado haya tenido una silla vacía. Pero ese hecho habla por sí solo. Suele decir la sabiduría popular que “el que calla otorga” y yo me quedé con el sinsabor de que algo quedó faltando en este interesante ejercicio democrático en donde hubo algunas caras nuevas refrescantes, y otras figuras ya desteñidas por la politiquería y los vicios de siempre.
Esperemos que antes del 31 de octubre tengamos oportunidad de presenciar en vivo y en directo un debate con todos los aspirantes a la Alcaldía para saber claramente por quién estamos votando…; Y que, más allá de las encuestas, sea la deliberación inteligente y racional, la que, finalmente nos dé su veredicto.
*Directora Unicarta
saramarcelabozzi@hotmail.com
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