Desde la época prehistórica el fuerte sobrevivía, mantenía la vida. En la historia de la humanidad se ha tomado este tema frecuentemente por escultores, músicos, poetas, filósofos, teólogos, científicos. Entre los escultores tenemos a Miguel Ángel, que expresa la Vida que da la madre, en su obra la Pietá. En la música aparece el canto que le hace Mercedes Sossa a la Vida. Diomedes Díaz le cantó a la Vida con su vallenato “Esta Vida que yo tengo…;” Ni se diga de los tangos recordemos aquello de: “Paciencia hermano la Vida hay que aguantarla…;.” En la literatura tenemos: “La Canción de la Vida Profunda” de Porfirio Barba Jacob. La biología ha indagado sobre la herencia genética de la Vida. San Gregorio Nacianceno dice: “Nadie puede ver a Dios y quedar con Vida”. ”Luego afirma que la Vida eterna está en Dios”. En la astronomía se ha buscado siempre la Vida en otros astros.
La vida podemos compararla como un don que hay que saber apreciar, conservar. El que lo recibe adquiere un compromiso. También la vida es un regalo que hay que devolver. Ese regalo hay que usarlo para congraciarse con el donante.
Podemos comparar la Vida con un tesoro. “Donde está tu tesoro allí está tu corazón”. Ese tesoro tiene un valor difícil de evaluarlo en dinero. Es también un desafío que hay que saber enfrentar. Necesitamos medir nuestras fuerzas para enfrentar esos desafíos de la Vida y tener la esperanza de ganar.
La Vida es un camino, pero se realiza comunitariamente. Nos necesitamos mutuamente:”Caminante no hay camino se hace camino al andar”.
La Vida es a la vez un viaje. Van pasando los paisajes, la gente se sube y se baja, conseguimos amigos, despedimos a otro y al fin llegamos a la meta. Esta meta es el final que no tiene regreso.
Muchas de estas comparaciones las ha tenido la Madre Teresa de Calcuta. Sabemos que la Vida es como una Misión. Una Misión de amor. En cierta ocasión llegó un periodista al hangar donde tenían estas hermanas su trabajo y pretendió hacer un film. Al no encontrar buena luz, no quería gastar la película. Pero se dijo: “Bueno para no perder la venida voy a filmar un poco” y al revelar encontró que la resolución era lo más brillante que había encontrado en su vida. Entonces hizo una película con el nombre de: “Un homenaje al amor”, porque es luminoso.
La Vida es a la vez como una bendición que baja del cielo y se convierte en Oración. La Vida es así “misterio”, “Eucaristía”, “Oración” que se torna cósmica como lo quiso dar a entender Teilhard de Chardin en su Misa sobre el Mundo. Este “Misterio” de la Vida es siempre un continuo enigma para el alma.
Como decíamos al principio la Vida es un regalo, un don. Las hermanas de Calcuta han estado siempre visitadas por donantes de todo tipo. En una ocasión se presentó un señor en un carro flamante y le dijo a la Madre Teresa: “Hermana, muéstreme sus manos” Ella las mostró y él las escupió. La hermanita humildemente se pasó la mano por la frente. En la Vida necesitamos la humildad para que nuestro corazón se realice en el amor.
efraldana@yahoo.com
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