En agosto de 2010 publiqué un artículo que titulé “Tres puntales de Cartagena”. Mi intención era destacar la presencia de tres cartageneros en posiciones sobresalientes del aparato estatal: Francisco Javier Ricaurte, en la Corte Suprema de Justicia; Rafael Ostau de Lafont, en la presidencia del Consejo de Estado; y Javier Cáceres Leal, como presidente del Congreso.
De Cáceres Leal dije entre otras cosas: “Con mucho orgullo manifiesta su origen humilde. Es un auténtico autodidacto. La falta de estudios universitarios los ha suplido a base de tesón; su presencia en la Asamblea de Bolívar y en el Concejo de Cartagena fue el estímulo para investigar, estudiar e ilustrarse cada vez mejor. Sus debates en el Senado, conducidos con seriedad, altivez y valentía, le han dado el timbre de un hombre íntegro en el cumplimiento de sus obligaciones, a la par que atento con sus amigos y siempre presto a facilitar aquello que represente progreso, dignidad y –sobre todo- honestidad”. (…;) “El 27 de agosto la Cámara de Comercio ofreció a este meritorio cartagenero un cálido homenaje”.
En septiembre de 2010, en esta misma columna publiqué un artículo que denominé: “Javier Cáceres Leal”. Ahí anoté: “A través de la historia política del país otros ilustres cartageneros ocuparon la Presidencia del Senado, pero quise hacer hincapié en el extraordinario esfuerzo que representó para Cáceres llegar a la cúspide de la rama legislativa. Entonces recordé como lo había conocido desempeñándose con éxito como guía turístico”. (…;)
“Hizo tránsito por la Asamblea Departamental y, muy especialmente por el Concejo Distrital, donde fue un brillante defensor de los intereses de Cartagena”. “Todos nos sorprendimos cuando se supo que Javier Cáceres aspiraba a ser elegido senador de la República. Pues allá llegó de manera limpia y democrática. Curiosamente, los valerosos debates que protagonizó, fueron la propaganda para su reelección, cosechó más votos por fuera de Cartagena y de Bolívar”.
“Declaraciones del exparamilitar alias Juancho Dique, comprometen al senador Cáceres en trato con los grupos de autodefensas. La Sala Penal de la Corte Suprema emitió orden de captura en contra de Cáceres Leal. En cumplimiento de esa orden, Javier Cáceres Leal, se encuentra detenido a esperas de la investigación que se inicia. En Cartagena numerosos vecinos y familiares residentes en el barrio popular de San Francisco iniciaron una cadena de oración en beneficio de Javier. Yo quiero unirme a ese clamor para pedir que brille la verdad y que, en consecuencia, se haga justicia”.
El 15 de junio de 2011 en la prensa nacional aparecen titulares como: “Procuraduría aboga por Javier Cáceres, y éste llora de emoción” (El Heraldo). “Senador Cáceres lloró en audiencia. La Procuraduría le pidió ayer al Consejo de Estado mantener en el cargo al Senador Cáceres” (El Tiempo). “Procuraduría solicitó mantener la investidura de Javier Cáceres” (La República). “Javier Cáceres niega las acusaciones en su contra” (El Universal).
Sus malquerientes califican sus emotivas lágrimas como payasadas. Yo prefiero seguir pidiendo: “que brille la verdad y que, en consecuencia, se haga justicia”.
*Asesor Portuario
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