Columna


Lo aleatorio del triunfo

GERARDO MÉNDEZ SOLANO

19 de mayo de 2011 12:00 AM

GERARDO MÉNDEZ SOLANO

19 de mayo de 2011 12:00 AM

Leonard Mlodinow es un físico muy reconocido que se ha desempeñado como coautor de libros junto a Stephen Hawkins (Breve historia del tiempo y El Gran Diseño), y hace poco escribió un libro cuyo título traduzco como “La caminata del borrachín”, en el que expone y explica por qué los eventos aleatorios son los que en buena medida determinan nuestra vida, y cómo la intuición humana se niega a creerlo y a buscar otras explicaciones.

Uno de los datos chéveres del libro tiene que ver con el premio Nobel en economía de 2002, Daniel Kahneman, un psicólogo. A este señor lo invitaron en los 60 a darle una charla a unos instructores de vuelo israelíes acerca del comportamiento humano, y aprendió algo interesante; todos los instructores llegaron a la conclusión de que un alumno se comporta mejor después de que se le regaña y no después de que se le alaba.
El joven Kahneman quedó confundido porque la teoría y los experimentos decían lo contrario, por lo que se dedicó a descubrir si eso era verdad y por qué se producía. Dedicó sus años y encontró que el efecto no era cierto, pero sí una conclusión a la que llegaba la intuición humana.
Resulta que, digamos, el desempeño promedio de una persona en una labor determinada es de 7, calificándola de 0 a 10. Lo normal es que ese sea su desempeño promedio, y por promedio entendemos que cada vez que ejecuta la tarea, su desempeño caiga o supere el 7 ligeramente, tal vez con una tendencia leve a la alza si se dedica a practicar suficiente. Pero en general, no es una mejora drástica y lineal, por lo que la mejoría no es muy perceptible para el ser humano.
Al ser así, la mejoría notable que se produzca un día determinado se debe a la suerte (aleatoriedad), y como es evidente para el instructor, éste tiende a felicitar al individuo y…; ¿qué pasa después?... lo normal desde el punto de vista estadístico: la próxima vez su desempeño vuelve a la normalidad, es decir, empeora. Lo mismo ocurre al contrario: cuando alguien empeora de manera notable su desempeño, el individuo la próxima vez lo mejora notablemente acercándose a su promedio acostumbrado, pero como ya te han regañado, tu instructor intuye que el regaño produjo la mejoría.
Este descubrimiento lo llevó Kahneman a muchos otros aspectos de las ciencias, la economía, la educación, los deportes, etc., y concluyó que la intuición del ser humano es muchas veces engañada por la suerte y la aleatoriedad.
Generalmente solemos intuir que si lanzamos una moneda, digamos 4 veces, y siempre sale cara, la moneda no tiene sello en ninguno de los lados. Se nos dificulta entender la suerte y los eventos aleatorios de la vida. Pero Mlodinow nos recuerda que por ejemplo, John Grisham tuvo que ver a 26 editores que lo rechazaron antes de que uno le aceptara el manuscrito que finalmente fue un bestseller. Y lo mismo le pasó a J.K Rowling la autora de Harry Potter: tuvo que ver a 9 editores antes de que le aprobaran el primer libro. El diario de Anne Frank, que ha sido uno de los mayores éxitos en la historia, fue rechazado múltiples veces y hasta calificado como absurdo y estúpido.
Por eso…; dice Mlodinow…; las personas de éxito pertenecen a un solo club: el club de las personas que nunca se dan por vencidas.

*Director de Criterium  Investigador de mercados – mercadólogo – asesor estratégico

gerardo@criterium.com.co
 

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