Columna


Los condenados de la tierra

REDACCIÓN COLOMBIA

10 de febrero de 2012 12:00 AM

JUAN ANTONIO MORALES ARRIETA

10 de febrero de 2012 12:00 AM

El médico francés nacido en Martinica, Franz Fanón, no alcanzó a pensar (murió en 1961) que los condenados de la tierra no serían únicamente los negros africanos. No imaginó que existirían otras personas que por el solo hecho de ser docentes, profesionales y mandos medios o trabajadores de Colombia, también estarían condenados. Abocados a la pobreza y haciendo parte del 83% de los colombianos pensionados en Fondos Privados que ganan entre uno y dos salarios mínimos legales.
Según la Cruz Roja Internacional, los nuevos pobres, son individuos que tuvieron acceso a la educación, a una vivienda, a un trabajo estable, a la salud. Tenían las necesidades básicas resueltas y podían además acceder a otros bienes y servicios no esenciales como el deporte y participación en actividades culturales, entre otras. Pero, en el mejor de los casos, como consecuencia de la caída de los ingresos, ya no tienen acceso a estos bienes y servicios. Este deterioro de la calidad de vida los empuja a una situación de pobreza.
En definitiva, a los docentes mandos medios y trabajadores de Colombia, se les está considerando como funcionarios que están disfrutando una vida y un bienestar que no les pertenece, por tanto hay que condenarlos, según el cuentista ruso Andreiev, en la “Nada” al silencio eterno, aquel que no deja ningún rastro, donde no hablarán, no pensarán, ni desearán cosa alguna,... sencillamente se extinguirán. O al infierno viviente. Donde sobrevivan al tipo de vida que una persona no desearía. Donde encuentren toda clase de sufrimiento; tanto que pedirán más y sofisticados dolores (reformas laborales, pensionales, tributarias académicas, tratados de libre comercio…; etc.), sin contraprestación alguna. Dándole gloria a Satanás por la vida que les ha dado y pensando en vender el alma en condiciones ventajosas hasta el verdadero día de su muerte.
Estos nuevos pobres de Colombia, no van a tener la oportunidad de adquirir carros magnéticos computarizados, ni tener piel azulada anti cancerígena, e igualmente sus hijos no tendrán acceso a la educación superior.

*Profesor UTB

jumoral@unitecnologica.edu.co

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