Columna


Yo no sé ustedes, pero en mi caso particular, todo esto me produce es verraquera de ver que todos los años es lo mismo y ni siquiera con una situación como la que se está viviendo, se logra ver el desastre real de lo que acontece, no sólo por culpa de la naturaleza sino por la mediocridad, mezquindad y corrupción con que se ha manejado todo durante tantos años.
La Mojana, o bendita Mojana que podrías ser la solución para que niños y ancianos de nuestra patria no murieran de inanición, ¿cuántas veces se te han destinado recursos hasta dos veces por año para que te comportes de manera que, como eres fuente de riqueza, cumplieras con la función que el Creador, El JEFE te dio?
Pero sabemos que la culpa no es tuya, es de nosotros, porque no te cuidamos como no cuidamos la naturaleza en la mayoría de las zonas, sino que, además, permitimos que inescrupulosos, politiqueros de todas las calañas se aprovechen de tu poderío para hacer lo que han sabido hacer durante todos estos años: robar.
Bien lo dice el señor procurador Alejandro Ordoñez cuando llama a varios funcionarios departamentales para que expliquen por qué no se tomaron las medidas de prevención. Bien, nosotros hemos debido cerrarle el paso a estos bandidos que se han lucrado con la pobreza de muchos que, como en este caso, se ve en las condiciones de miseria que viven muchos de nuestros compatriotas y que muchos funcionarios han permitido que ello ocurra para poder mezquinamente crecer en lo económico.
Bandidos de cuello blanco que ahora llaman a la solidaridad aunque saben que tuvieron mucha culpa por no hacer lo que tienen que hacer: gobernar bien.
Pero no podemos quedarnos en el señalamiento sino que debemos buscar la solución. No para apaciguar los ánimos destrozados de tantas familias que viven esta desgracia de hoy, sino para gritar que Colombia y su gente tienen que cambiar culturalmente con lo que nos han vendido como la panacea. Esa panacea que es de mentira porque la pobreza se ve, se vive y se siente como ellos dicen cuando de mostrarse se trata, afirmando que todo es un paraíso y que las cosas están mejor. Carreta politiquera barata que ya nadie cree.
Necesitamos exigir que se construyan obras de alta ingeniería para solucionar esto definitivamente y así, terminar con estos hechos que a ellos les fascina para poder llegar con los mercaditos pero cuando las cámaras estén o los medios de comunicación lo registren.
Tenemos que ver que se construyan viviendas dignas con todos los fierros como deben ser. Fierros no los de las guerrillas o paracos ni militares, sino fierros que intelectualmente hagan de nuestros hijos ciudadanos ejemplares, que nuestros abuelos se sientan orgullosos y vivan su vejez con dignidad, que los padres cuenten con trabajo para ejercer esta, la dignidad, que parece ya no está en el vocabulario de los servidores públicos.
Basta ya de discursos y usted, señor presidente Juan Manuel Santos, inicie la revolución social que requerimos y que no es otra cosa que poder vivir dignamente.

*Periodista, ex asesor de paz del gobierno Pastrana, ex facilitador del gobierno de Uribe para un acuerdo humanitario.

lviveropaniza@hotmail.com
 

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