Columna


Los retos del Fiscal

FRANCISCO SANTOS CALDERÓN

24 de marzo de 2012 12:00 AM

FRANCISCO SANTOS CALDERÓN

24 de marzo de 2012 12:00 AM

Las cosas parecen cambiar. La Corte Suprema elige a Eduardo Montealegre Fiscal General en menos de una semana, no como anteriormente, donde la política, los odios, las peleas y los egos decidían no nombrar o nombrar ilegalmente como en buena hora ilustró el Consejo de Estado. Y eligen a quien sin duda está mejor preparado para los grandes retos de esa institución en crisis.
Es triste que el debate sea si es cercano a Uribe o no. O si representó legalmente a Saludcoop o a la Nación. Esa es una discusión menor que produce trinos que dan risa, como el de la “analista” Claudia López, para quien sólo el Papa, y eso, clasifica para Fiscal. Lo importante es qué visión de la Justicia tiene Montenegro y piensa aplicar desde el ente acusador.
En este debate, que sí es el de fondo, el nuevo Fiscal dijo cosas profundas y serias que marcan un cambio de rumbo en esta institución y que eliminan la desconfianza y la deslegitimación que por cuenta de abusos ha generado la Fiscalía General de la Nación.
El primero es el del abuso de la medida de aseguramiento. La última Fiscal volvió costumbre declarar a cualquiera un peligro para la sociedad. Revivió el triste adagio de antaño que decía: "a nadie se le niega una orden de captura". En varios medios Montealegre reafirmó que la medida de aseguramiento es la excepción, no la norma. Un cambio fundamental.
Otro cambio: igualdad frente a la ley. Es decir que se aplique la ley de la misma manera para todos. No SEM (según el marrano) como hoy lo hace esa entidad. Una mentira de un hampón vale o no vale dependiendo de a quién acusa. Igual que la validez o invalidez de una prueba. Hasta hoy, si se fue parte del gobierno anterior se es culpable y se tiene que demostrar la inocencia. La Fiscalía decidió invertir, con un grupo de ciudadanos, la carga de la prueba y acabar con el principio universal de presunción de la inocencia. Igualdad ante la ley es lo que deberá rescatar el nuevo Fiscal.
Como adenda está el principio de oportunidad. No hay transparencia alguna y lo utilizan como chantaje o premio, y no como parte de un proceso, para obtener réditos mediáticos. El caso de AIS o del carrusel de contratación es claro. Al viceministro le ofrecen este principio por un testimonio que para nada sirve a la causa de la Fiscalía. A Julio Gómez le regalan la libertad con el disfrute de lo robado a cambio de nada. O a la actriz Valerie Domínguez, cuyo novio-hampón se lava las manos y la acusa con el aval de la Fiscal. Los mensajes que se envían a la sociedad con tales decisiones son equivocados, desconciertan y crean gran desconfianza en la institución.
Hay muchos otros retos como el de aplicar la carrera, el de la influencia política en los nombramientos o el de la protección de víctimas. Pero hay uno del que nadie habla por susto y es de una gravedad inmensa: la corrupción. No sólo hay corrupción en la contratación, está enquistada en el aparato judicial y nadie le mete mano. Sólo un Fiscal valiente podría hacerlo. ¿Será Montealegre? Comenzó bien. Ahora esperemos.

fsantosrcn@hotmail.com

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