Columna


Madres machistas

ILIANA RESTREPO HERNÁNDEZ

08 de marzo de 2012 12:00 AM

ILIANA RESTREPO HERNÁNDEZ

08 de marzo de 2012 12:00 AM

El libro “Los caballeros las prefieren brutas” inspira una serie de TV y una obra de teatro. Que en pleno siglo XXI este tema dé para tanto, demuestra que estos estereotipos banales siguen afincados en nuestra cultura.
En su columna de El Tiempo, Florence Thomas reacciona defendiendo a las mujeres inteligentes y argumenta que no es cierto: que cada vez hay más hombres que nos prefieren inteligentes, apasionadas, exitosas profesionalmente, para lograr una relación de pares que permita que la vida se comparta con camaradería de cómplices amantes.
Pero, ¿Lo único importante es saber cómo nos prefieren “los caballeros”? ¿Habrá preguntarse cómo los preferimos nosotras a ellos? ¿Por qué en vez de importar tanto sus preferencias, no nos cuestionamos las nuestras y luchamos para que abunde el tipo de hombres que queremos?
No creo que un hombre inteligente prefiera a una mujer bruta a su lado; estoy casi segura de que quien las prefiere brutas, sufre carencias que no le permiten interactuar de tú a tú con una mujer inteligente. Parte de la vida en pareja está en discutir como iguales, conciliar puntos de vista y armar un proyecto de vida, juntos, que no se rija por el poder tradicional del hombre sobre la mujer.
Por si no lo sabían, nosotras los preferimos amorosos; fuertes pero tiernos, flexibles y cariñosos; que nos hagan el amor desde muy temprano y todo el día. Si es permanente, el sexo que tanto une e importa, llegará fácil, llenando de verdadero placer la vida de ambos. No los preferimos sólo exitosos y ricos, sino sobre todo sensibles y generosos de alma. Que sepan y se permitan entregarse sin reparos ni condiciones. Que cuiden su físico, como esperan que lo hagamos nosotras. Nada nos desalienta más que un hombre descuidado. Y sí señores, los preferimos inteligentes; una amiga decía con tino, que no hay nada más seductor que la inteligencia.
¿Será que como mujeres-madres estamos criando hombres así? En la impactante y bella película Chocó, que inauguró el pasado FICCI hay una escena que pudo pasar desapercibida: Chocó obliga a su hija a cederle la única silla que tienen en la mesa de comer al hijo varón, solo por serlo. Esa mujer, que sufre los horrores de un marido maltratador, violador y bueno para nada, sin darse cuenta, con este acto sutil, perpetua su desgracia en otras mujeres y prolonga el esquema de privilegios injustos del hombre sobre la mujer.
Cuántas de nosotras en algún momento habremos tenido comportamientos similares pidiendo a nuestras hijas que tiendan la cama al hermano, o le recojan los platos o impidiéndoles salir hasta cierta hora pero a su hermano no y tantos otros en los que privilegiamos los derechos de los unos sobre las otras, sin razón. ¿Reproducimos nosotras mismas el machismo contra el que tanto luchamos? Tenemos una responsabilidad enorme en cómo criamos a nuestros hijos e hijas.
Al criar hombres afirmándoles estas prerrogativas, y a mujeres que las acepten, fomentamos que más mujeres sigan sufriendo lo que hemos sufrido durante años. Es tiempo de reflexión y cambio de patrones.

*Directora del área de Internacionalización de la UTB, Estudiante de literatura de la UNAB

iliana.restrepo@gmail.com

*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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