El latino en general suele poner por encima la calidad de las relaciones inter-personales a la hora de entablar conversaciones, ya sea entre colegas, proveedor – cliente, jefe – pupilo…; etc. Nos cuesta hablar con sinceridad muchas veces, lo que hace que terminemos diciendo, no lo que en realidad pensamos, sino lo que mantendría la calidad de la relación con la persona con la que hablamos. O al menos, muchas veces no vamos al fondo del asunto (y en el cual posiblemente vemos puntos de conflicto con la otra persona), sólo para mantener la armonía.
¡Pero continuemos con las enseñanzas de Steve Jobs! Es claro que su estilo para recriminar por la calidad era generalmente muy agresivo. Insultaba y hería a los empleados o a cualquiera. No es algo deseable, pero dentro de todo esto hay un “tip” importantísimo, dicho en sus propias palabras: “Mi trabajo es hablar cuando algo apesta, antes de acaramelarlo”. La honestidad no sólo era de Steve hacia los demás; también promovía la honestidad para con él. Que le dijeran que su idea era una “mierda”.
Gracias a ese sistema que promueve la honestidad total, Apple mantenía la calidad y el esfuerzo del equipo. Era uno de los grandes bastiones. Se dice que la actitud fuerte y supremamente honesta de Jobs al hablar del trabajo del empleado, obliga al cambio con mucha mayor eficacia. Decenas de colaboradores que sufrieron insultos de Steve, terminaron aceptando que él los llevó a hacer cosas que nunca antes imaginaron que podían hacer. Así fue como con su estilo particular, Jobs se aseguraba de que en su organización se hiciera el mejor esfuerzo posible, manteniendo al mejor recurso humano posible.
Steve terminaba admirando a las personas que daban su punto de vista sincero y peleaban por él. Y si eran inteligentes, Steve terminaría respetándolos. Creía mucho en los debates en los que todos daban sus puntos de vista ya que ayudarían a crear mejores productos, a pesar de que en medio de ellos hablara con fiereza y defendiera su punto de vista con agresividad, gritando muchas veces palabras obscenas, generalmente llegaba un momento en que con cabeza más fría y sensatez, aceptaba su error o aceptaba que otro punto de vista era más conveniente. Cómo dijo Tim Cook: “Si te incomoda el no estar de acuerdo, entonces no sobrevivirás (en Apple)”.
Esa honestidad traspasaba fronteras. Mark Parker, el presidente de Nike, tiene una historia, y tiene que ver con el desarrollo que Nike hizo en alianza con Apple en relación al producto Nike+. Una vez terminaron el trabajo y a Parker lo nombraron CEO de la compañía, Jobs lo felicitó. Parker aprovechó para preguntarle si tenía algún consejo para darle, pero Steve le dijo que no, que estaban haciendo las cosas bien. Sin embargo, después de una pausa dijo…; “Bueno…; sí tengo un consejo”. “Nike hace uno de los mejores productos del mundo…; productos impresionantes. Pero también hacen un montón de porquería. Sólo deshazte de la porquería, y concéntrate en lo bueno”. Dice Parker que después de eso esperó que hubiera una pequeña pausa seguida de una risa. Hubo una pausa, pero después no hubo risa.
*Director de Criterium - Investigador de mercados – asesor estratégico
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