Columna


Nuevo gobierno

ÓSCAR COLLAZOS

05 de noviembre de 2011 12:00 AM

ÓSCAR COLLAZOS

05 de noviembre de 2011 12:00 AM

“Campo Elías, que obtuvo la votación más alta en la historia de Cartagena, más de 158 mil votos, se ha convertido en la vedette de la ciudad. No hay emisora que no lo quiera entrevistar y como si fuera una reina de belleza, mantiene el brazo en alto saludando a la gente cuando sale a las calles del Centro”, escribió el corresponsal de El Tiempo.
La exultación era grande. El domingo 30, una multitud rodeaba al alcalde electo en un hotel de 5 estrellas del Centro. Pocas horas después, el futuro mandatario celebraba en un restaurante frecuentado por jefes de Estado y la jet set nacional e internacional que visita Cartagena. ¡Celebración merecida! ¿Qué cenaron? ¿Qué vino eligieron? ¿Quién pagó la cuenta? ¡Preguntas irrelevantes!
El triunfo de Terán confirmó y superó la tendencia que, desde el comienzo de la campaña, lo daba por seguro ganador. El tamaño de tanta confianza, venida sobre todo de los estratos 1 y 2, espera en retribución un alto sentido de la responsabilidad. No sólo con esos 160 mil electores sino con un millón de habitantes, donde nos encontramos quienes no votamos por él pero pagamos impuestos y padecemos la ciudad.
Muchos han explicado la popularidad del Sr. Terán Dix recordando que estuvo muchos años delante de los micrófonos conduciendo un programa de cuatro horas diarias. De esta forma repitió la hazaña de John Maro Rodríguez (ex director de noticias de RCN) y Ventura Díaz, en Cali y el Atlántico. Lo único que deseamos, por el bien de Cartagena, es que no repita los fracasos de estos destacados periodistas del micrófono.  
Al nuevo alcalde lo ayudaron a elegir miembros de la élite política y empresarial que, en elecciones pasadas, habían apoyado alcaldes que precipitaron a la ciudad al estercolero de la corrupción o la encadenaron al clientelismo. Uno desearía que la subordinación del poder político al poder económico no tenga esta vez consecuencias desastrosas.
Circula en Cartagena un comentario implacable que sólo al alcalde le tocará desmentir con actos de gobierno y sin la injuriosa altanería de sus asesores de prensa. El comentario dice que Cartagena eligió un alcalde negro para que la gobiernen los blancos. Por supuesto, no comparto la crueldad del comentario. Tampoco espero que Terán responda ahora.
CETD no será el alcalde de 160 mil cartageneros sino de una ciudad de un millón de habitantes. Como ya no está en campaña, no será juzgado por no saber lo que es etnoeducación, por comprometer a una empresa multinacional en promesas de campaña, por decir que se rascaba la media y no los dedos cubiertos por la media, por predicar que atacarlo a él era atacar al pueblo y a los negros, por no ir a los debates o por afirmar que su gabinete será “de perfil”, sin decir de qué perfil se trata.
Se le juzgará con un ejercicio muy sencillo: a la izquierda de la página las promesas de campaña, a la derecha los hechos de gobierno. Los perdedores no podrán pagar mezquinamente a “periodistas” que lo saboteen y difamen, como hicieron con Judith Pinedo. La oposición deberá ser tan responsable como el gobierno. Así de sencillo, pero el gobierno tendrá que aceptar que la oposición es un plato del menú democrático, el más picante a veces.

*Escritor

salypicante@gmail.com

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