Columna


Otro estilo

MIGUEL YANCES PEÑA

20 de diciembre de 2010 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

20 de diciembre de 2010 12:00 AM

Entre Santos y Uribe no hay sino diferencias de estilos: el uno poseedor de las “buenas maneras” de la cultura bogotana que mimetiza las intensiones; y el otro, de una personalidad apasionada, amante de la franqueza y la confrontación directa, propia –sin serlo- de los oriundos de la Costa. El modelo es el mismo, y las políticas su justificación.
Y lo importante no es el estilo de gobierno, sino los resultados. Así como lo importante tampoco es mantener a los vecinos, a los políticos y a las diferentes ramas del poder público contentas; eso puede ser inconveniente y relativamente fácil: bastaría con darles todo lo que pidan; como se hace con los niños cuando lloran, y atenerse a las consecuencias.
Sin embargo, con un poco más de cuatro meses, estos son imposibles de percibir. La prensa capitalina, ahora si gobiernista con uno de los suyos en el poder, se quedó reciclando escándalos del pasado, y amplificando lo que son simples anuncios o promesas por cumplir.
Por ahora se habla de mas de 80 proyectos, la mayoría de origen gubernamental, aprobados en esta legislatura: cuatro reformas constitucionales, entre las que están la Ley de Regalías, que hará mas justa la repartición de la riqueza del subsuelo de la nación, y la que elimina la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), un elefante blanco torpe y paquidérmico que se llenó de políticos y juristas; la mini reforma tributaria, la Ley que permite prolongar los subsidios a los estratos 1, 2 y 3; la Ley del primer empleo, concebida para ofrecerles oportunidad a los jóvenes que ingresan al mercado laboral; la Ley general de salud, que recoge lo contenido en los Decretos que tumbó la Corte Constitucional por vicios de trámite; la Ley de orden publico y la de desmovilizados, que ofrece una salida jurídica a mas de 30 mil (según el ministro) ex combatientes de la guerrilla y de los llamados paramilitares, reinsertados; entre otras.
Lo usual es que las Leyes, cuando no se trata de reconocer con ellas conductas de hecho no regladas, o en algunos casos ilegales, pero generalizadas, demoren cierto tiempo en entenderse, desarrollarse mediante normas menores, y en aplicarse; momento en el que surge la trampa. Por eso antes de un año es muy poco probable que se empiece a percibir el nuevo gobierno, mas allá de lo que dicen los periodistas, burócratas y políticos a través de los medios, en lo que poco hay que creer: la vanidad de la burocracia capitalina, ahora de moda, quedó atrapada en los tiempos mediatos de los medios de comunicación. El gobierno, bueno o malo, se siente, y la gente confía en sus percepciones.
Un caso extremo de retardo en la aplicación de una norma lo tiene el RUNT, que dos años después, no permite la aplicación de la Resolución No. 3275 del Ministerio de Transporte. Esa Resolución posibilita el traspaso de la propiedad de un vehículo sin la exigencia de requisitos a la parte que se niegue a finiquitar el tramite, cuando existe un contrato legal de compraventa. Su no aplicación es un obstáculo que los gremios del ramo no han detectado, en la comercialización de vehículos usados, que afecta el mercado de vehículos nuevos.
Esperemos que estas nuevas leyes no corran la misma suerte, sean aplicadas con transparencia y resulten útiles al fin que persiguen.

*Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe

myances@msn.com
 

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