Columna


Percepciones del común

ALFONSO DÍAZ GUTIÉRREZ DE PIÑÉRES

16 de noviembre de 2011 12:00 AM

ALFONSO DÍAZ GUTIÉRREZ DE PIÑÉRES

16 de noviembre de 2011 12:00 AM

Hablamos de percepciones a cada momento de nuestra cotidianidad pero ciertamente  utilizamos el término para expresar lo que sentimos en el pellejo y que otros sienten  más allá de las cifras, estadísticas, políticas y noticias diarias.
Nos atrevemos a decir que la percepción climática es diferente a las cifras de la escala de medición, porque existen sensaciones que sentimos y afectan nuestro vivir. Con la seguridad, la percepción es distinta a las cifras de las autoridades, enfocadas únicamente a  mostrar porcentajes de aumento o en su mayoría de un relativo decremento, así sea de 0.001%. 
Bueno, es ahí donde hay que analizar las percepciones que se manejan en el mundo real, en nuestro círculo social, empresarial, laboral, en las calles y barrios donde se viven instantáneamente. Ahí están las percepciones  de lo que sentimos en carne propia y lo que nos afecta positiva o negativamente para enfrentar el diario vivir en las ciudades o territorios que compartimos con los demás
La percepción de seguridad que se está manejando debe salirse de cifras frías y ver su articulación con la comunidad en conjunto. Las estrategias en los consejos de seguridad deben ser resultado de un análisis profundo del porqué se  presentan y por qué se considera con o sin razón, que estamos retrocediendo, porque como se ha expresado últimamente el cliente al cual se le está ofreciendo el producto llamado seguridad y paga  con sus impuestos debe quedar satisfecho cada vez más. Y ese cliente se llama sociedad y pueblo, porque de esa seguridad se sustenta su desarrollo.
Las autoridades recientemente han hecho mucho más de lo cotidiano y normal para mejorarla, seguro con fallas producto de la condición humana, pero avanzando significativamente para el bien colectivo. Por eso el  reto a enfrentar ahora cuando se ha proporcionado seguridad e involucrado a más población en las decisiones y actividades propias de una democracia desarrollada es inmenso y las estrategias de aproximación hacia adelante tienen que ser determinantes, con autoridad, seriedad, compromiso, sin excesos y con suficiente participación de todos los involucrados, compartidas entre todos para lograr ser eficaces ante violentos que por razones sin ningún análisis, no quieren darse cuenta de que este proceso no tiene reversa. Vamos hacia la consolidación de nuestra democracia y  de una nueva nación.
Hace unos días leía a Alvin Toffler, en “El Shock del Futuro” y me llamó mucho la atención una frase relacionada con la estrepitosa corriente de cambio que afecta a todos en diferentes formas y aproximaciones, corriente poderosa que derriba instituciones, trastorna nuestros valores y arranca nuestras raíces. “El cambio es el fenómeno por medio del cual el futuro invade nuestras vidas, y conviene observarlo atentamente, no sólo con las amplias perspectivas de la Historia, sino desde el ventajoso punto de vista de los individuos que viven, respiran y lo experimentan”.
Algunos llaman a esta la etapa de reformulación republicana, especialmente luego de escoger a los líderes que regirán nuestros destinos, en quienes vamos a depositar nuestra confianza y por ninguna razón podemos aceptarles que nos defrauden con trampas, corrupción o malas administraciones vendidas por debajo de la mesa, y detrás de nosotros a grupos de interés de cualquier índole, no importa su origen.
Ahí está el reto de nuestros futuros líderes y el compromiso de todos para lograr mejorar la percepción.

*Almirante (ret) Consultor empresarial en Seguridad y Desarrollo

fondiaz@hotmail.com

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