Columna


Plebiscito en California (EE.UU)

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

19 de octubre de 2010 12:00 AM

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

19 de octubre de 2010 12:00 AM

El presidente Santos expresó su preocupación por el plebiscito que se llevará a cabo en el Estado de California (EE.UU.) para legalizar la producción, el comercio y el consumo de la marihuana “recreacional”. Con toda razón: porque mientras allá se le pide al pueblo de ese Estado que autorice dichas actividades, en Colombia se les sigue prohibiendo y penalizando en todo su territorio. Ni siquiera en los resguardos indígenas, donde por razones culturales de sus pobladores podría tolerarse su cultivo y consumo, es permitido hacerlo. Uno pensaba que en EE.UU había una política de Estado y no “de Estados” en relación con la producción, comercio y consumo de alucinógenos, y que, en razón de ello, no se permitiría –como ocurrirá en California–, desarrollar legalmente dichas actividades. No sabíamos que si los electores de los estados federados lo deciden vía plebiscito, puede producirse, traficarse y consumirse la marihuana en los respectivos territorios estatales. ¿Y acaso también otros alucinógenos? Es una inquietud que merece respuesta, pues si se hiciere lo mismo en Colombia, nos llegaría la descertificación fulminante del Imperio. Esas dos visiones morales: una para adentro y otra para fuera, no ha aprestigiado propiamente a los gobiernos norteamericanos. Podría uno especular, sin embargo, en el sentido de que con el plebiscito de California, EE.UU. habría iniciado la era de la legalización de la droga -como ocurrió con el alcohol en los años veinte del siglo pasado- y que haber dado ese paso, lejos de ser negativo, reconoce una realidad insoslayable del mundo capitalista, en cuanto puede resultar mejor controlar todas las actividades relacionadas con la droga, que prohibirlas y reprimirlas, como se ha practicado durante más de cien años, sin éxito alguno. Ya en nuestro libro “Las huellas del Imperio, Colombia Sometida”, publicado en 1999 con prólogo del ex canciller Diego Uribe Vargas-, dijimos que “prestigiosos intelectuales y hombres de Estado de Norteamérica e Inglaterra, insistían recurrentemente en proponer como la única salida del túnel la legalización del comercio de drogas, solución que convendría a los países productores y también a los consumidores. A los primeros, porque en corto tiempo dejaría de ser el negocio altamente rentable que es hoy, y para los segundos, porque facilitaría…; las actividades de vigilancia y control sobre el mercado y consumo de alucinógenos, y bajo estas circunstancias, los programas de educación y rehabilitación podrían cumplir mejores objetivos”. Como parte del análisis, opinamos que parecería “más ajustada a la ideología del pragmatismo la solución de la legalización de la droga que otra forma de luchan contra ese flagelo. En el mundo capitalista es más fácil controlar el mercado de las drogas que hacerlo bajo las sombras del tráfico ilícito” (Libro citado, pág. 13). Si se aprueba el plebiscito en California, sería pertinente replantear la política antidrogas con EE.UU. No sería aventurado vaticinar que se salvarían muchas vidas de nuestros policías y soldados y que a los narcotraficantes se les acabaría el negocio. De suceder, abriría las puertas de la paz. Creemos no estar soñando. *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundoopezg@hotmail.com

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