Columna


Policías o semáforos

DARÍO MORÓN DÍAZ

05 de marzo de 2011 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

05 de marzo de 2011 12:00 AM

Esta semana en ese sector varios automotores protagonizaron una colisión que dejó varios heridos y le costó la vida a un joven policía que estaba cumpliendo la labor cívica de reemplazar al semáforo, que debía estar instalado en ese lugar. No entendemos la razón para que en esas vías laberínticas aún no haya semáforos, que en dicho sector son una necesidad urgente. Estos son los casos de incuria que deben evitarse. No es con agentes de policía que debe controlarse el tráfico de los vehículos, para eso existen los semáforos.
¿Por qué no están instalados ya los semáforos en las nuevas vías? ¿Por qué no son instalados cuando finaliza la construcción? ¿Cuál es la razón de tanta imprevisión? Las nuevas vías de Transcaribe en ese sector vital están prácticamente terminadas, los trancones son inmensos, mucho más en las horas picos.
¿Por qué las autoridades no se percatan de esa falencia de carácter mortal en el laberinto de Bocagrande? ¿Será como piensan algunos, que es preciso dejar eso así y dilatar la instalación de los semáforos?
Ese dejar pasar sin respuesta es habitual en Cartagena. Al final observaremos estupefactos la llegada de cuadrillas de obreros a destruir el pavimento construido para instalar los semáforos, obviamente mediante un nuevo contrato millonario. ¡Allí está el detalle!, diría Cantinflas.
Es urgente la presencia allí no de los policías, sino de los semáforos, de lo contrario, seguirán ocurriendo más accidentes con heridos y víctimas fatales. Reiteramos, deben prevenirse tragedias como la dolorosa y cruel muerte del joven agente de policía, que ya tenía una hoja de vida brillante por sus labores cívicas en la institución policial. Ya es habitual que en las obras que son construidas en Cartagena haya imprevisión, debido a la incoordinación. ¿Qué impide instalar, con técnicos expertos, los semáforos en el momento de la construcción para no destruir después lo construido? ¿Será que la imprevisión y la ineficacia son consubstanciales a los organismos que manejan estas obras?
Vale la pena traer a colación otro caso similar, en cuanto a ese vicio de la imprevisión, el ya famoso “Emisario Submarino”, cuya cadena de desaciertos supera todo lo inimaginable. Es preciso señalar que a la ciudad, hace aproximadamente 12 años, le propusieron una alternativa diferente al emisario submarino: las "lagunas de oxidación" para resolver el problema de las aguas servidas. Ese proyecto era más viable y de construcción más rápida. Es seguro que si se hubiese adoptado ya estaría terminado.
Tal alternativa fue descartada para optar, por la recomendación de un organismo externo que propuso el Emisario Submarino. Obviamente que con ese proyecto se disparó toda una cadena de contratos y subcontratos multimillonarios.
Hoy el triste y vergonzoso espectáculo de los tubos perdidos en el mar son la muestra más fehaciente de la ineficacia y la imprevisión.

*Médico Cardiólogo. Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.

MOROND@telecom.com.co
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS