Presidente, no más engaños

Durante la campaña Santos afirmó que los parafiscales no modificarían. En su posesión afirmo que “el país requiere con urgencia una política de empleo con salarios justos para una vida digna”. Los parafiscales financian el SENA, cajas de compensación y el ICBF, y se destacan en la inversión social por parte de trabajadores y empleadores, lavándoles la cara a los gobiernos neoliberales de las obligaciones de inversión social, sin invertir un peso. La práctica de la Ley 789/02 es muy diciente por disminuir los ingresos de los trabajadores, agravando las desigualdades sociales y no se generaron más empleos formales. La ley del primer empleo, implicará, conociendo las prácticas de los empresarios, con la complacencia de Min protección social de interpretar la ley a su acomodo para la intermediación laboral, la sustitución de trabajadores mayores de 25 años. Las empresas, que tienen la obligación de liquidar impuesto de renta, sí necesitan bastante mano de obra, la consiguen a través de las CTA. Las CTA, los contratos civiles de obra, de servicios y las OPS, permitidas por el gobierno, informalizan y precarizan el empleo, creando verdaderas nóminas paralelas (Sentencia C-859 de 2009). Las CTA evitan que las personas formen sindicatos y pagar indemnizaciones cuando ya no las quieren ver más por la empresa. La ineficacia del Estado con los derechos fundamentales, como medio para reducir la inequidad, es notable y no está en los planes de los gobiernos comprometer la política macroeconómica en su cumplimiento. Las ganancias de los bancos y las exenciones a pulpos empresariales deben ser reestructuradas con profundidad, porque que impiden generar empleo y equidad. ¿Por qué el Gobierno no crea un gran fondo para nuevos empleos formales, apoyado con las ganancias anuales billonarias del sector financiero? Los banqueros sobreexplotan a los 44 millones de colombianos. Santos es Uribe III y sus proyectos de ley profundizarán las desigualdades sociales y concederán más privilegios al capital inversionista internacional. El Sena, las Cajas e ICBF, necesitan los parafiscales para poder seguir haciendo su tarea, no son sostenibles con recursos suplementarios del presupuesto nacional. La eliminación de estos resulta tan inaceptable como poco viable en términos políticos, dados los beneficios que prestan a un conjunto muy importante de la población. En cuanto a su reestructuración, los beneficios se dirigen al trabajador y sus familias, mejorando su calidad de vida, las condiciones de la mano de obra que se ofrece en los mercados y contribuyendo con los objetivos gubernamentales de reducir las desigualdades sociales. Los parafiscales no pueden verse como un incremento de los costos laborales, sino como una Responsabilidad Social Empresarial de los inversionistas. El Proyecto de reforma Laboral debe ser archivado por el Congreso, con presión de las confederaciones CSI, CSA, CUT, CTC y CGT. Señores del santismo, si este proyecto llega a convertirse en ley, será otro de sus falsos positivos. Denunciaremos y demandaremos este esperpento jurídico, ya que crecerán los niveles de sobrexplotación de los trabajadores y las tasas de desempleo, como ocurrió con la Ley 50 y 789, afectando duramente a los más pobres de este país. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com