Columna


Privatización y universidades públicas

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

14 de abril de 2011 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

14 de abril de 2011 12:00 AM

El colombiano común, que ve al país a través de RCN y Caracol, no sabe el por qué de las protestas de los estudiantes de las universidades públicas. No hay tiempo para ellas en los noticieros, pero sí lo hay para fútbol, farándula y telenovelas que no educan.
Se impone la desinformación de que en la “U” no hay clase porque “unos pocos no dejan estudiar”, están permeados por la FARC y ELN, enfrentan a la fuerza pública y de que el gobierno necesita mano dura, como el de AUV.
Hay un monopolio del capital nacional y transnacional en los medios más influyentes de comunicación, pero no hay medios alternativos que digan la verdad del por qué de las protestas.
Hace carrera la protesta apoyada en la lúdica y expresiones culturales, con marchas al estilo carnaval; otros rodearon la Universidad Nacional con velas; los estudiantes de arte han hecho pinturas bonitas por todo el campus en señal de protesta; pero esta información no se muestra.
Estas realidades del país no venden en RCN, Caracol, City Tv, Cable Noticias ni El Tiempo. No visibilizan las tomas de plazas públicas y principales avenidas de 32 ciudades capitales por millares de estudiantes, y las Centrales obreras, el 7 abril 2011, y sus deseos de salir nuevamente a las calles con sus familias el 1 de mayo del 2011.
Las protestas en las universidades públicas, entre otras causas, se originan por el (PND), artículo 38, que estipula que las universidades asuman parcialmente su pasivo pensional.
Al asumirlo, la universidad tendría entre otras que aumentar las matrículas, dejar de investigar, contratar profesores tercerizados, arrendar sus propios predios, endeudarse con Findeter, y al subir los costos, muchos estudiantes no podrían pagar, endeudándolos con el Icetex. Bajaría el nivel académico y las universidades quebrarían o entrarían a competir con ánimo de lucro en costos con las universidades privadas. Es decir, privatización camuflada.
En el 2012, de manera gradual, los recursos no llegarían a las universidades, sino feriados y entregados por indicadores de desempeño.
Otro artículo dice que las carreras tienen que responder a las necesidades del mercado. Las que no tengan utilidad inmediata se suprimirán. Según este concepto, ¿para qué filósofos? ¿Para qué matemáticos? ¿Para qué músicos? Según ellos, para nada.
En la práctica no existirá el conocimiento ni la investigación, aunque lo exprese la reforma a la  ley 30 de 92, lo digan en sus foros, eso les corresponde a los países desarrollados, que invierten en esto y que cada vez se vuelven más ricos, aplicados con la imposición de los TLC.
En resumidas cuentas las universidades públicas protestan por las amenazas del PND, que pretende imponerles una deuda que no les corresponde, seguir pagando por un periodo largo de su vida, no podrán escoger programas sino los que el Gobierno crea que el país necesita a cortísimo plazo.
Los trabajadores, docentes y estudiantes exigimos al santismo y su Congreso de Unidad, no seguir legislando en contra de los más pobres de este país. Ellos también tienen derecho a la educación pública superior, a todos les costó mucho trabajo ingresar a ellas, no conviertan la educación pública en un vulgar negocio. Santos nos está demostrando que muy a pesar de su estilo afable, en esencia es peor que AUV.

*CUT BOLÍVAR

cutbolivar@gmail.com
 

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