Imponer un “narcotributo” propuso el presidente Santos, entre las iniciativas que se han presentando como preámbulo a la Cumbre de presidentes que se reunirá en Cartagena, y para cuya reunión el gobierno de EE.UU. “admitió” que se discutiera el problema de las drogas. Habrá que recordar que ese país, bajo la presidencia del señor Clinton, se opuso a que el tema se incluyera en la agenda de la Cumbre antidrogas que entonces se celebró en la misma ciudad de Cartagena.
¿Tendrá algún eco la propuesta del presidente de Colombia? Seguramente será defendida con argumentos serios, pese a que ya algunos analistas la hayan calificado de descabellada. De todas maneras, en nuestro concepto, el planteamiento no deja de ser interesante, y como “abrebocas” de la Cumbre del próximo mes en la Ciudad Heroica, resulta apropiada.
Como no puede prescindirse de la historia para debatir los asuntos del futuro, en mi libro Las huellas del imperio-Colombia sometida, publicado en 1999 con prólogo del ex canciller Diego Uribe Vargas, dediqué unas páginas a la intervención -en otra Cumbre antidrogas realizada en la ciudad de Santo Domingo-, del entonces joven presidente de República Dominicana, Leonel Fernández- hoy nuevamente en el poder-; intervención que adquiere una actualidad impresionante y que podría servir de insumo dialéctico al debate de la próxima cumbre de presidentes de Cartagena.
Dijo entonces el presidente Fernández:
“Existe la industria de la drogadicción y la podemos observar en datos espeluznantes como éstos: Las ventas anuales de drogas en los Estados Unidos ascienden a 120.000 millones de dólares, es decir, a ciento veinte billones de dólares. Es como si dijéramos que son, durante 60 años, los ingresos anuales de República Dominicana…; En otras palabras, la venta de drogas en el mercado norteamericano es el doble de los beneficios combinados de todas las empresas juntas, de los que se llama Fortune 500. Se trata, pues, de un gran negocio, y como negocio tiene una serie de estructuras y redes que permiten su penetración. Para ser un negocio tiene que tener consumidores... El 37 % de la población Norteamericana ha admitido que en algún momento ha consumido algún tipo de droga”.
Y comenté en el citado libro: “como lo dijo el mandatario dominicano y lo afirmó también el ex presidente Barco, en la apreciación de dicho fenómeno: el narcotráfico ha violado todas las leyes imaginables menos la ley de la oferta y la demanda”.
Del mismo discurso de Fernández, hizo parte esta reflexión: “Una política concentrada en atacar las fuentes de suministros ha resultado ineficaz, porque lo que produce es la movilidad de la plantación de la droga, sea marihuana o sea hoja de coca”.
Y por estas calendas ya hay consenso en que las políticas prohibicionistas y represivas han sido un verdadero fracaso, como lo apuntara trece años atrás el presidente de República Dominicana.
Resulta alentador, sin embargo, que la actitud de EE.UU -el país mayor consumidor de drogas del mundo- sea distinta a la elusiva que tuvo en la mencionada cumbre de Cartagena hace más de una década. Y está muy bien que nuestro presidente lidere la discusión en la nueva Cumbre, así sea con una propuesta audaz.
*Ex congresista, ex ministro, ex embajador
edmundolopezg@hotmail.com
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