Columna


Proyecto de ciudad

LUIS ENRIQUE BORJA BARÓN

28 de marzo de 2012 12:00 AM

LUIS ENRIQUE BORJA BARÓN

28 de marzo de 2012 12:00 AM

Es posible que el primer hidroavión que conoció Cartagena fuera el que estacionaba Herr Mambo Herch, piloto austríaco, en los años 30 del siglo pasado, en el lugar donde hoy se levanta una de las residencias más privilegiadas del Barrio Bocagrande, ocupando quizá un espacio mayor.
Agradecería que un conocedor de la historia de Cartagena me corrigiera pues, a mi entender, sucedió que el Alcalde de la época estimó que era conveniente construir la planta de tratamiento del Acueducto de Cartagena en el lugar que hoy ocupa, terrenos entonces propiedad de un particular, permitiendo que ese mismo particular, u otro, construyera su vivienda en el espacio que ocuparon la antigua rampa y hangar de la Andian.
Quien así lo decidió no consideró lo obvio, ayer y hoy, que el desarrollo del barrio turístico por excelencia de Cartagena exige el inevitable paso por ese lugar de la vía que bordea la bahía y su prolongación a través de los predios de la Base Naval. Sólo falta que otro visionario autorice allí la construcción de una torre residencial más alta que las existentes.
Igual puede afirmarse de quien autorizó la construcción de un conjunto habitacional en la salida de Bocagrande, lugar donde la ciudad urgentemente necesita construir un puente que permita el desahogo del Centro de la Ciudad, desviando el tráfico de y hacia el Barrio de Manga y el Bosque.
La carencia de un Proyecto de Ciudad permitió igualmente, a pesar de experiencia ya conocida, que se trasladara el caos del antiguo Mercado Público al lugar donde hoy asfixia a la ciudad, con responsabilidad mayor de quienes permitieron su consolidación como centro de suciedad y corrupción.
¿Qué pensaría hoy “el mejor Alcalde de Cartagena”, quien erradicó el Barrio Chambacú para fines diferentes a la construcción de edificios inteligentes, torres habitacionales, centros comerciales o despilfarros como el Parque del Manglar y Comida Caribeña
¿Qué se puede decir del dirigente que, comprometiendo vigencias futuras, olvidó que antes de iniciar el embeleco de Transcaribe se debieron construir vías alternas como el transporte acuático, la Quinta Avenida de Manga, la Vía Perimetral y otras más, que hubieran evitado el maltrato social, económico y el caos en movilidad que sufre la ciudad desde hace más de seis años, sin saber cuándo terminarán.
Mientras el mar invade calles y viviendas de media ciudad, ¿qué piensa la dirigencia cuando propone el embellecimiento de la Avenida Santander, la fantasía de túnel de Crespo –“el deprimido”- hoy paralizado, a soluciones más amistosas con las necesidades y recursos disponibles?
Interminables ejemplos confirman que Cartagena no tiene proyecto de ciudad. Con excepciones, quienes la han administrado poco les ha interesado, tanto cuando eran designados por su respetabilidad y abolengos, como ahora cuando, para mayor infortunio, esa distinción la ejercen ciudadanos que, aunque elegidos, con frecuencia han dado muestras de actuar con mentes y manos menos santas.
¿Exceso de intereses o carencia de visión de ciudad? Es imperativo que el nuevo regidor lidere un proyecto de ciudad y supere la administración decorosa que recientemente terminó. Que Dios proteja a Cartagena.

lubor149705@gmail.com

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