Columna


Puerto de Cartagena: Su futuro

RODOLFO DE LA VEGA

10 de diciembre de 2011 12:00 AM

RODOLFO DE LA VEGA

10 de diciembre de 2011 12:00 AM

En mi crónica anterior, “Barranquilla: su canal de acceso”, vimos como el puerto de La Arenosa se vio muy recientemente ante el peligro de su cierre a la navegación de embarcaciones mayores. Gracias a la reacción vigorosa  de la ciudadanía a cuyo frente se pusieron la Gobernación del Atlántico, la Alcaldía de Barranquilla, los parlamentarios, diputados, concejales, los gremios, la Cámara de Comercio y, en fin, la ciudad entera, se logró la atención del Gobierno Central que, por conducto de Cormagdalena, de Invías, y de la propia Presidencia de la República, declararon la situación de “urgencia manifiesta” y contrataron sin mayores trámites los servicios  de la firma belga “Jul del Nul” para que dragara el canal de acceso. El resultado ya lo sabemos: “Jul de Nul”, con su poderosa draga “Filipo Brunelleschi, en limpió tiempo record el canal, al que dejó con una profundidad de 45 pies y un ancho de 150 metros. Se había calculado que el dragado podría ejecutarse en 60 días y sólo necesitaron de 47, para lograr los resultados ya dichos.
El puerto de Cartagena, como ya los sabemos está considerado entre los 70 primeros del mundo, en el manejo de contendores, en 5 oportunidades ha sido premiado como el mejor puerto por The Caribbean Shipping Association (CSA). En materia de cruceros de turismo, la ciudad y su puerto, todos los años agrega algo nuevo para ponerlo al servicio del turismo internacional. De puerto de escala en el recorrido de los cruceros, pasó a ser puerto base de embarque y desembarque de pasajeros para varias líneas de cruceros.
Pero hay circunstancias especiales que nos mantienen en preocupación permanente. El Canal de acceso: la entrada original de la bahía de Cartagena era la Bocagrande que se encuentra entre la Isla Tierrabomba y península de Bocagrande. Por razones de seguridad y estrategia esa entrada a la bahía fue clausurada por los españoles por medio de la construcción de un dique al que los cartageneros llamamos “La Escollera” y se habilitó una entrada más angosta y más fácil de defender: Bocachica. Desde 1647 el canal de Bocachica,  protegido por el Castillo San Fernando y la Batería San José, se constituyó en la entrada principal de la bahía. Con el correr de los años al canal se le han hecho varias ampliaciones para permitir el tráfico de buques modernos. Pero no puede seguirse la profundización y anchura del canal, pues se derrumbarían los históricos San Fernando y San José.
Estudios que se vienen haciendo desde hace más de 20 años recomiendan la construcción de un nuevo canal por el sitio llamado El Varadero.
Pero si no se demuestra con vehemencia nuestra preocupación, las autoridades centrales no declararán la “urgencia manifiesta” y El Varadero no se tendrá como solución cercana. Así las cosas: dejaremos de ser el primer puerto del Caribe; los cruceros modernos, los grandes tanqueros y portacontenedores postpanama, no entrarán a la bahía y, nuestra ambición de ser puerto central de transbordo en el Caribe, para el mundo, quedará convertido en un dulce sueño.

*Asesor Portuario

fhurtado@sprc.com.co

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