Son muchas las teorías en torno al capital humano como factor de producción e innumerables estudios sobre cómo hacer que este sea productivo y esto se vea traducido en mayores ingresos para la empresa. El recurso humano como pilar fundamental de la competitividad en términos macro, resulta siendo un factor decisivo a la hora de un inversionista traer su empresa a nuestra ciudad. En esta fase de proyección preliminar, los inversionistas estudian costo de la tierra, infraestructura productiva, costos en fletes, sus destinos de expo e impo y la cercanía a sus principales proveedores, pero hay un factor bastante decisivo al tomar decisiones trascendentales en las empresas y ese es el recurso humano; la preparación, la disposición, que la mano de obra calificada o no calificada ofertada tenga los conocimientos acordes a lo que el mercado empresarial está demandando y por supuesto que esta sea económica.
En Cartagena particularmente, por su condición de ciudad industrial y turística son varios los elementos en torno al recurso humano claves para llegar a ser competitivos y ser la ciudad más receptora de nuevas empresas y de generación de empleo: seguir trabajando por la actualización de programas educativos de la educación media, básica y tecnológica, acorde a los requerimientos del entorno empresarial y las apuestas productivas, identificando las competencias especificas y definiendo la incorporación de las mismas en los programas de formación, y evitar la deserción.
La falta de bilingüismo en una ciudad como Cartagena es una gran debilidad, pues la poca formación en inglés es una falencia que hay que superar, inyectándole una formación intensiva desde el preescolar hasta lo profesional. No puede ser posible que unos cuantos colegios privados y costosos sean los que brinden una formación bilingüe a la futura población económicamente activa. Sin lugar a dudas hay que abonarle a la administración pasada todo lo que hizo por la educación, había incluso exenciones tributarias por contratar 70% de la mano de obra cartagenera. Debemos exigirles a los dueños de la nueva administración que sigan con esos proyectos para seguir trabajando por la competitividad en términos de recurso humano, a pesar de las limitantes y de la apreciación errada de los inversionistas cuando llegaban a buscar nuevos horizontes acerca de que los costeños son poco trabajadores.
Podría señalar un caso magnífico de una empresa paisa, hoy en Mamonal, del sector petroquímico, la cual se convenció de que su mejor opción era Cartagena, y mudaron su empresa a la ciudad buscando cercanía al puerto por sus niveles de exportación. Ellos realmente le temían al hecho de que los costeños no dieran la talla y se trajeron a todos sus trabajadores paisas, casi 100 personas. En realidad no se les puede demeritar porque son muy trabajadores y tienen fama de ello, pero a los pocos meses se fueron de vuelta a su tierra. Esta empresa le tocó contratar mano de obra de Cartagena y ¿qué resulto? El gerente quedó sorprendido con las joyas valiosas de trabajadores cartageneros que tiene en su planta y hoy día da testimonio de que Cartagena y su capital humano son una de las piezas valiosas de la competitividad.
¡A seguir trabajando por nuestro recurso humano!
*Economista - Especialista en gerencia de Recursos Humanos
sofilemaitre@gmail.com
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