Columna


Se creció el escándalo

MIGUEL YANCES PEÑA

07 de mayo de 2012 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

07 de mayo de 2012 12:00 AM

Tenía que crecerse para que se volviera productivo.
El viernes pasado en la mañana fuimos muchos los sorprendidos con el giro que había tonado el escándalo que provocaron en la ciudad los entonces agentes de la seguridad del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al contratar servicios sexuales que luego no quisieron pagar.
El escándalo se origina porque una de las trabajadoras sexuales se atrevió a reclamar su pago, y se apoyó en unos agentes de la Policía que lograron recuperar parte del dinero acordado.
Dos preguntas que saltan a la vista de cualquier observador desprevenido. La primera, ¿cómo se le ocurrió a estos agentes, que ni siquiera hablaban español, llevar a sus alcobas y dormirse en compañía de mujeres desconocidas? Estos señores que protegían al presidente de los EUA quedaron en el sueño postorgásmico a merced de sus desconocidas acompañantes.
La segunda,¿cómo es que no cayeron en cuenta que después del cometido la posición dominante quedó en manos de sus compañeras y que por nada del mundo podían desagradarlas? Quienes protegen al hombre más poderoso del mundo pagaron las consecuencias de tanta ingenuidad.
Ese es el asunto, pero aquí la enfilaron fue contra la trabajadora sexual, a quien no pretendo juzgar (para eso están su mamá y su hijo, como ella misma dijo) porque las damas de compañía son un servicio turístico de alto costo, que se ofrece no sólo en Cartagena, ni por la que dio la cara en este desgraciado incidente. Estas mujeres las hay en todas las ciudades importantes del mundo, acompañan a los turistas durante su estadía, les sirven de guía (que mejor manera de disfrutar una ciudad) y en ocasiones terminan durmiendo con ellos y hasta enamorándose. Y las buscan cada vez que regresan a la ciudad.
Bueno, el giro de los acontecimientos se dio porque Dania, después de esconderse avergonzada, decidió salir a la luz pública. Dio la cara en un evento inusual (creo que primero en la historia de los medios de comunicación): una rueda de prensa virtual facilitada por La W Radio, en la que su imagen fue vista por millares de personas en todo el mundo.
Aquí sí permítanme un juicio de valores. La susodicha trabajadora pasó de avergonzada a desvergonzada, y entre risitas –dice ella que de nervios- justificó su oficio (que repito, sólo su hijo y su madre pueden juzgar, porque ni Jesús lo hizo con la damisela bíblica) con el hecho de ser madre soltera y gustarle la buena vida. Con el mayor descaro se le salió que quería dar un buen ejemplo a su hijo, embarrada que después trató de arreglar hablando de querer darle una buena vida y estudios. Ahora venderá su imagen, no su cuerpo
Este tema de las madres solteras, la verdad no ha sido suficientemente pensado por nuestros dirigentes. Muchísimos son los casos en que el padre es desconocido o en los que el padre desconoce al hijo. El asunto es que las mujeres no pueden, sin la ayuda de un hombre, o de sus familiares cuando los tienen y pueden, proveerse el sustento y criarlos.
Mientras no se resuelva esta situación seguirá la prostitución, porque es una alternativa fácil, aunque degradante, de resolver la urgencia.

* Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe.

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