Columna


Si se calla el cantor

ARACELI -CHICA- MORALES LÓPEZ

25 de julio de 2012 12:00 AM

ARACELI -CHICA- MORALES LÓPEZ

25 de julio de 2012 12:00 AM

“Si se calla el cantor muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría”
Canción de Horacio Guarany
En absurdo incidente perdió la vida John Jairo Díaz Sayaz, “Sayayin”, compositor y músico que dedicó toda la existencia a su arte. Cuando lo conocí, con motivo del Primer Concierto de la Champeta, realizado en la Plaza de la Aduana en Cartagena, era un promisorio artista: alegre, festivo, risueño, dedicado a sus obras y a sus amigos. Fue un decidido y animado participante de este evento y pronto se ganó la admiración del público y sus canciones, La Nubecita, La Suegra Voladora y la Chica de mis Sueños, entre otras, fueron cantadas y repetidas en muchas ocasiones y se volvieron pronto parte de nuestra cultura y de nuestro patrimonio.
El asesinato de un ser humano carece siempre de sentido y con Sayayín no sólo murió un hombre, también se fue parte de nuestra riqueza musical y del futuro de un género tan entrañable para los cartageneros.
En nuestro país hay muchas maneras de acallar a los cantores: les quitamos la vida, les negamos los escenarios, los silenciamos en las emisoras, los relegamos al olvido.
El arte y sus cultores merecen mejores destinos y la riqueza étnica y cultural de nuestro folclor ha de preservarse por mandato de la lógica. Tenemos expresiones musicales tan diversas como diversas son nuestras realidades regionales. La riqueza en nuestros ritmos y composiciones refleja el esfuerzo y la lucha de miles de colombianos que a través de los años han querido aportar a nuestras vidas sus vivencias musicales, ofrezcámosles hoy, y que sea este un homenaje a “Sayayín”, las acciones que permitan que estos artesanos de la cultura puedan hacer de la suya una profesión digna y llevar hasta nuestro hogares, a nuestras fiestas, a nuestro esparcimiento, la riqueza de sus composiciones y la belleza de sus interpretaciones.
Una forma de ayudar a generar recursos a nuestros artistas, está en manos de las emisoras de radio en Colombia, a través de una programación musical en donde la música colombiana tenga un porcentaje alto de participación. Revivamos esa parte de nuestra historia de vida que se manifiesta en las notas musicales, en los colegios y en el seno de los hogares, enseñemos a nuestros hijos a entender, disfrutar y amar los ritmos de nuestras tierras. Impulsémosles a vivir esa pasión por Colombia en sus manifestaciones culturales y que las emisoras lleven estos ritmos a nuestros oídos por solicitud de la audiencia. Que donde se reproduzca su música se entienda que este esfuerzo merece ser recompensado. Que entendamos el arte como una manera de aportar al mundo belleza y recreación y que respetemos estos derechos, con la misma limpieza con que sus compositores e intérpretes se la ofrecieron a la sociedad.
Con sólo esto que hagamos les legaremos a nuestros hijos un patrimonio de su historia cotidiana y a los cultores del arte les diremos que ellos nos importan, que se encuentran entre nuestros aprecios, que podrán dignificar sus trabajos y que tendrán las condiciones propicias para crecer en sus habilidades. Este será nuestro mensaje y con él ya no asesinaremos a “Sayayín”, lo recrearemos, lo multiplicaremos y nuestro folclor será una forma más de sentirnos colombianos.

*Gerente General Sayco

galeriachicamorales@yahoo.es

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